☆Autismo☆ Jaywon

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🌈 Jay anotaba algunos nombres de sus amigos, para después llamarlos y ver si deseaban estar en el desfile, que él y su hermano Bangchan organizaban para así darse a conocer como futuros dueños de la prestigiosa empresa de modelos de sus padres.

-¿Ya tienes candidatos para modelos hermanito? - dijo su hermano con una bolsita de papas en sus manos y un puchero en sus labios mientras comía.

-Deberías ayudarme Bangchan, falta un modelo.- dijo Jay un poco estresado arrebatando la bolsa de papas de las manos de Bangchan, comiendo un poco.

-Pues ya te dije, mis amigos no pueden Jay, podría solucionarlo haciendo algún amigo Omega en tu instituto, pero me da flojera.-

-Eres el colmo, ya levántate debemos ir al instituto-bufo Jay mientras se levantaba de su silla del comedor y tomaba sus cosas mirando a su hermano con impaciencia.- Bangchan voy a llegar tarde por tu culpa...- expresó sin mucha paciencia.-

Entonces un perezoso Bangchan se levantó de su silla a regañadientes. Él no asistía a ese instituto, pero hoy debía acompañarlo.

El camino fue aburrido para el pelinegro y para Jay fue abrumador, pues no sabía si sus amigos aceptarían su propuesta y lo más importante ... No sabía si su novio lo haría ¿A Jungwon le gustaría modelar?

Bangchan abrazo a su hermano sintiéndose orgulloso. Jay era igual de popular que el, era bueno y muy atractivo. Lo único que Bangchan nunca pudo tener fue una pareja. Eso era lo único que envidiaba de su hermano menor, el hecho que había encontrado un Omega que no lo engañaría.

Al llegar al instituto los hermanos se separaron. El alfa más mayor quedó con la misión de buscar más candidatos para su pasarela, mientras que el menor confirmaba su lista de modelos.

La mirada de Bangchan se paseó por todos los estudiantes mientras arreglaba su cabello, esperando ver alguno que le favoreciera para la pasarela.

Había un alfa de cabello menta y tez pálida que llamó su atención, pero tenía cara de pocos amigos y ademas se veía molesto.
También llamo su atención un bonito omega con labios rechonchitos, pero parecía que no estaba en mejores condiciones de hablar.

Luego de eso no encontró a nadie más, por lo que suspiro con decepción comenzando a caminar listo para irse y así poder volver ahogarse en paz entre su soledad y miseria.

Sin embargo, un peculiar aroma inundó sus fosas nasales haciéndole frenar completamente su paso.

Era un aroma delicado a canela que le pareció tan delicioso que no dudo ni medio segundo en seguirlo, encontrado así a un chico de cabellos castaños, de camisa blanca y jeans oscuros, con unos lentes redondos que adornaban sus bonitos ojitos oscuros.

Bangchan juro ver a un ángel en vida, era demasiado hermoso para ser vedad. El bonito castaño se encontraba atando sus cordones con un puchero, mientras con dificultad trataba de recoger los informes para su clase, ya que como siempre el trabajo de varios grupos los termino haciendo el solito.