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Ciudad de México, Abril 1984.
Habían pasado tres semanas desde qué pasó su "accidente" volando el balón para la casa de Luis Miguel, siguió yendo al fraccionamiento de Chapultepec a jugar con Diego, pero a Luis Miguel ya no lo volvió a ver.
—Ya llevan todo?. -preguntó su mamá.
—Si ma, no es nuestro primer día. -dijo Óscar.
Hoy tenían clases era jueves, se habían adaptado muy bien a su nueva escuela.
—Niños súbanse al carro, se me hace tarde. -hablo su papá quien era el que los llevaba y después se iba a trabajar.
—Listo.
—Adiós mamá. -se despidieron los tres.
Una vez que los tres salieron de la casa, se subieron al coche con su papá que es el que los llevaría a la escuela. Carlos, Oscar y Ricky van a la sección de preparatoria y Verónica a la sección de secundaria.
—Ya llegamos. -dijo su papá al estacionar el carro frente a la escuela.
—Ay pa, deberás que vergüenza que aún nos vengas a dejar. -dijo el mayor de los Meléndez.
—Habla por ti genio, a mi si me gusta que me traigan en coche, crees que me gustaría venirme a pie? No. -respondió Vero.
—No te preocupes Carlitos, a partir de mañana tu te vienes solo y nosotros en el carro. -dijo Ricky.
—Me parece una buena idea la de tu hermano, si ya te sientes grande como para que te vengan a dejar, te vienes caminando porque no creas que yo te voy a dar dinero para que te vengas en taxi. -apoyó su papá. —Ahora bájense que se les hace tarde y a mi también. -se despidió.
—Adiós papá, te quiero. -se despidió Vero.
Los cuatro se bajaron del carro, y caminaron hacia la entrada de la escuela.
—Bueno Vero, aquí te dejamos. -dijo Óscar al estar enfrente de la sección de secundaria.
—Si esta bien, nos vemos en la salida. -se despido.
—Te venimos a buscar en la salida.
Los tres Meléndez mayores se fueron a la sección de prepa mientras que Vero caminaba hacia su primer salón de clases.
