El reencuentro

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Ese mismo día por la tarde me dieron de alta del hospital, me encontraba en la puerta viendo el exterior atravez del cristal estando más nervioso de lo que había estado en mi vida, en ese momento deseaba estar en la tranquilidad de la habitación del hospital, pero no era momento de dudar. Tomé el picaporte y salí, todo parecía más gris y lúgubre, apenas se notaban unas cuantas personas rondando por la calle.

El doctor Harvey me había dado un nota antes de salir donde venía una dirección, comento que había sido llevada por una mujer a los pocos días de que yo llegara al hospital. El doctor me explico de la manera más técnica y cautelosa el como llegar a aquella dirección.

Avance por la calle que estaba de frente al hospital mirando a mi alrededor los escaparates de los negocios que eran muy variados, desde ropa zapaterías, sastrerías y cafeterías, todas con ese aire refinado

-Muy bien según la nota

Saque la nota de mi bolsillo y note que tenía una letra muy delgada y refinada.

-Debo seguir por la calle Rue du Val hasta llegar a Rue Jules y salir a Rue Adrien, muy bien

Guarde la nota en mi bolsillo y tomé camino mientras observaba las tiendas. Fueron quince minutos hasta llegar a Rue Adrien, una calle mucho más concurrida de dónde estaba unos minutos atrás

- La nota dice que es la segunda casa a la izquierda

Mire levemente a mi izquierda y ahí estaba la casa. Me acerque a la valla que dividía el jardín de la entrada principal y toque el timbre

- ¿Quién me habrá llevado hasta aquí?

Al primer llamado nadie salió y volví a tocar, esta vez unos segundos más por si no habrán escuchado. Pasaron unos segundos y se abrió la puerta y ahí estaba ella, Valery.

-Hasta que has despertado Leo ¿Cómo estás?

Valery se mantuvo unos segundos en la puerta esbozando una sonrisa de oreja a oreja, ¿Ella como sabía que estaba en aquel hospital?

- ¿Cómo supiste que estaba en el hospital de San Mauricio?

- Pasa primero si gustas, tenemos cosas de las que hablar, responderé todas las preguntas que gustes, claro acompañado de un buen té.

Valery se acercó a la valla y abrió la puerta, no estaba muy seguro de si hacerlo o no, pero ya estaba ahí frente a ella.

Entre a su casa, y todo estaba realmente hecho un desastre, cajas por todos lados con anotaciones que seguramente eran de lo que estaba dentro. Maletas y bolsas de todos tamaños y colores llenas de ropa.

- Perdón por todo esto, tiene unas semanas que llegue aquí y la verdad es que tiempo no he tenido para poner todo en su lugar, vamos a la cocina que ahí está todo mejor ordenado

Camine detrás de ella entre las cajas, con cuidado de no pisar nada. Llegamos a la cocina y todo estaba bastante mejor que el resto de la casa, Valery se acercó a la estufa que parecía más vieja que toda la casa y puso una pequeña tetera al fuego. En todo el tiempo en que tardo en estar caliente Valery no dijo palabra dándome la espalda, yo en cambio tome una silla y me sente en la mesa de madera que estaba al centro de la cocina y espere, en un momento ella puso dos tazas y vertió el agua en ellas, coloco las bolsas de té con un cuidado que nunca pensé que ella podría tener.

- Bien Valery ¿Cómo sabías que estaba en ese hospital?

Fui directamente al tema, no creo que haya sido solo casualidad que ella supiera dónde estaba. Valery tomo una taza y dejándose ir levemente hacia atrás hasta quedar en la encimera dio un pequeño sorbo al té.

- Me encontre a la joven que nos interrumpió ese día en tu consultorio, hubieras visto la cara que puso cuando me vio, como si hubiera visto un fantasma, pero estate tranquilo, solo le pregunte que hacia tan lejos de su pueblo, fue ahí cuando ella me dijo que te habían disparado y estabas en el hospital. La verdad intenté entrar a verte, pero no pase de la recepción, donde me dijeron que solo 2 personas tienen autorizado verte, así que de alguna manera logré dar la nota con la dirección de mi casa por si en algún momento despertabas.

De la nada se formó un silencio incómodo que duró unos segundos pero parecía una eternidad.

- Y como han cancelado los viajes en tren que entran a la capital hasta nuevo aviso, no creo que ninguna de las dos personas que podían visitarte puedan llegar

Di unos pequeños sorbos al té que calentaban mis manos sin retirar mi vista de la mesa

- ¿Por qué se han cancelado los trenes?

-al parecer han habido múltiples asaltos a los trenes y uno de ellos fue al tren donde venía el canciller y salió herido, así que lo han puesto por lo mismo.

No tenía como llegar al pueblo y menos, recursos para poder moverme por auto

- Puedes quedarte aquí conmigo en lo que se restauran los viajes, total tengo espacio de sobra

Estaba a punto de dar un sorbo la té pero se quedó a medio camino por lo que dijo Valery.

- Sabes que no podría hacerlo, no desde la última vez que te vi en mi consultorio

Valery dio un pequeño suspiro dejando su taza vacía en el fregadero

- Te pido disculpas por mi actitud de ese día, estaba desesperada en ese momento, la verdad es que pase por mi divorcio hace poco ¿Recuerdas a Jaime tu viejo amigo de facultad

- ¿Cómo lo podría olvidar? Fue por el que me cambiaste en la facultad

--Si....Estuve con el después de la universidad, estaba dispuesta a volver a California después de la universidad pero el me retuvo aqui, nos casamos y estuvimos años juntos, hasta que llegó una mujerzuela diez años más joven, al parecer Jaime no pudo ceder a sus encantos y simplemente un día se fue, cambiándome por es zorra.

Se notaba el enojo de Val en su tono de voz, parece ser que el karma le hizo sentir lo que yo

- No tenía adonde ir, mis padres murieron y todo lo que tenía en California se lo quedo mi hermano, no podía llegar y decirle, hola hermanito querido, he vuelto tras diez años, es obvio que me mandaría al carajo, y fue ahí cuando te recordé a ti, pensaba que si podía hacer que quisieras estar conmigo otra vez podría hacer mi vida de nuevo, pero ¿Cuál fue la sorpresa? Es mirada de repulsión de ti hacia mi, y fue ahí cuando entendí que no tendría cabida en tu vida

Valery dio media vuelta dándome la espalda y se quedó mirando por la ventana de la cocina que daba a la calle. No me complacía el hecho de que su vida había dado un giro tan drástico, el hecho de hacer tu vida con alguien y que de alguna manera todo se esfume de un día para otro era horrible, en ese momento la imagen de Sylvie paso por mi mente y pude imaginar el dolor y tristeza que tuvo que pasar el día que me dispararon, el miedo y impotencia de perder a una persona importante en tu vida

-Muy bien, me quedaré aquí hasta que los trenes vuelvan a correr.

Teaching Feeling (Fan Faction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora