Invierno de pierda- SenkuxGen

Capitulo I - Caer en tus brazos

Aquí Barf! con su primer fic de esta pareja. Enjoy!

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Por donde fuere que uno se asomara podría escuchar el sonido de una gran nevada con vientos del sur, blanca y pulcra que dejaba caer copo tras copo desde las grandes nubes que cubrían japón y dejar un manto blanquecino en los árboles, las montañas, los caminos; una nevada de inicios de diciembre. En esos caminos enterrados por el hielo se veían pisadas recientes en un bosque congelado, caminaba con dificultad entre los árboles un joven Mentalista con las manos congeladas aferradas a su cuerpo, abrazándose para mantener algo de calor, con la mandíbula tiritante junto a sus piernas cansadas y su ropa húmeda ,ya creía, echa un hielo.
-Aagh el frío me lástima la garganta- decía para si mismo entre temblores, respirando por la boca.
Una pequeña luz iluminó su congelada esperanza al vislumbrar el reino científico a la distancia, intentando llegar con dificultad. Dios, sentía que las piernas estaban complemente duras y podría quebrarlas con algo se fuerza. Sus pies se enterraban en la nieve haciendo un ruido sordo que, junto con su poco aliento que se vaporizaba en al aire alertó a los guardas del puente, que con rapidez lo llevaron hasta la fogata más caliente y acogedora que hubiera en la isla.

-SENKU- Llamó con urgencia al líder de la aldea luego de dejar al congelado mago sobre techo. -Gen acaba de llegar a la aldea echo un hielo, creo que cayó al río- explico Kinrou al llegar al laboratorio experimental del científico quién estaba junto al artesano Kaseki miraba unos planos y en debatia materiales para llevarlo a cabo, como todo lo que el reino científico se plantea, ya sea un cohete o una simple Coca-Cola la ciencia haría su parte dando las instrucciones, solo debían seguirlas.

-¿Ah? ¿Al agua?- Senku dijo mirándolo con sorpresa, acto seguido fue en busca de un botiquín casero de emergencia.
Caer el agua con estas temperaturas podría hacer que muera de hipotermia. El río más cercano está a 700metros de la aldea, lo que significa que camino bastante más de lo que imaginaria que pudiera una personas congelada, y más, friolento como Gen. Gen.. ¿Por qué habría echo eso? Se alejó bastante de la aldea en un día tan frio. Había notado al mentalista algo extraño los últimos días al estar a su alrededor, como algo nervioso o avergonzada quizá y a veces tardaba tiempo en encontrarlo, como si se esfumara en la nieve. No es que todo el tiempo estuviera con los ojos sobre él, sucede que Gen era útil para el reino científico, una buena compañía y podía usarlo de mano de obra cuando quisiece, era últil y tenía que saber dónde estaba para tenerlo cerca, por la ciencia claro.
Podría llegar a tener quemaduras por el frío arrasador de la tormenta, no era un buen escenario en ninguna de las probabilidades que maquinó su cabeza. Pero algo más estaba en su mente entre tantos escenarios catastróficos y una lista de elementos que podrían llegar a ser útiles como plantas o vendaje. Era algo pequeño, punzante; un dolor no físico sino suponía que emocional. Una puntada de preocupación que no había experimentado, como si fuera una urgencia de primer nivel el ir a verlo y comprobar su estado.
Llegaron en cuestión de segundos a paso apresurado, más apresurado de lo que hubiera llegado si ese sentir no estuviera carcomiéndole el pecho, a la cabaña donde se encontraba el paciente. Pero no estaba preparado formalmente para ver la situación de desesperación que pasaba frente a sus ojos y por un momento quedó aterrado e inmóvil, solo un momento se dio a si mismo para reaccionar a la crisis y no caer preso del pánico. Un momento donde su preocupación le dio un gran golpe de realidad viendo la gravedad de la situación y pensando que podría hacer para ayudarlo. No tenían aún la tecnología suficiente para una emergencia de primer nivel.
Gen, en un ataque fuerte de tos escupía sangre que se derramaba entre saliva en sus manos temblorosas que inútilmente trataban de controlar su respiración tapando su boca, sin aire, con un gran dolor de cabeza y los ojos con lágrimas. Fue lo primero que vio el científico al entrar.
Rápidamente le dieron espacio y Senku se tiró de rodillas a atenderlo tomándolo de los hombros, le dio ligero golpes ahuecados en la espalda alta