En una calmada tarde en una costa, un joven estaba recostado en una rama de un arbol, soñando despierto sobre su deseo de salir de su aldea, unicamente desconcentrado por el movimiento de las hojas del arbol y el trinar de las gaviotas.
-un dia de estos tomare el valor de salir de aquí-
En algun punto de su vida pensó en salir de su aldea, pero se desalentó al conocer de lo peligroso que seria tomar esa decisión si se aventuraba solo.
Primero pensó en salir al mar, pero al escuchar las historias de marineros veteranos sobre las bestias gigantescas que llegaban a atacar a los barcos menos preparados, desistió de salir el solo al mar.
Aun sin desistir de su sueño de viajar, busco la forma de salir de aventuras en el continente, siendo rapidamente sorprendido que muy pocos de los que se aventuraban en las zonas menos concurridas volvian vivos o completos, siendo los pocos vivos los mas experimentados o los expediciónistas.
Al conocer estos peligros decidio que, aunque le llevara mucho trabajo conseguiría el equipo para salir de aventuras.
Derrepente, fue interrumpido de sus pensamientos por una voz.
-¿Cuando vas a bajar de ahi?-
La voz provenía de un hombre viejo, pero de alguna forma, bastante fornido para su edad.
-sabes que yo ya no soy capaz de escalar hasta ahi-
Era el abuelo del joven. Un antiguo aventurero el cual se habia retirado ya hace un tiempo, el cual ha cuidado de su nieto desde hace un par de años cuando sus padres lo dejaron a su cuidado.
-lo siento, ya bajo abuelo- respondió el joven.
Saltando desde la rama del arbol, llego al lado de su abuelo.
-¿Qué paso?-
-Te vine a hablar sobre una propuesta del capitan Bartolomeo-
El joven se sorprendió al escuchar el nombre.
-¿Ya regreso de su viaje?-
-Hace poco de hecho, me lo encontre cuando regrese de la pesca- respondió el anciano, -Me pregunto si aun seguías interesado en viajar-
El joven sorprendido dijo que si
-Me ha dicho que zarpara en unas semanas hacia el puerto de Antera, ¿Te interesa?-
El joven emocionado por la propuesta le respondió a su abuelo.
-¡Claro que me interesa!-
Rapidamente el joven se apresuro a su abuelo.
-¿Cuándo zarpamos?,¿Qué vamos a dejar?, ¿Cuánto me va a pagar?-
El anciano calmo a su nieto y le respondió.
-Tranquilo, yo no se eso, solo me dijo que si te interesaba fueras mañana con el y te daria los detalles-
Despues de responderle, ambos se dirigieron hacia su hogar.
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Arena roja de un oceano negro
Adventureesta es la primera historia que escribire, agradezco que den consejos