EPÍLOGO III

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📌📌 Solo para pedirles que aguanten, ustedes saben que yo soy una escritora caramelo y tengo planeada pura dulzura para culminar este fic. 📌📌


Me dediqué a trabajar como loca los tres meses del lanzamiento del nuevo videojuego de SNK y sí, fue pesado y molesto perderme las vacaciones con mi familia, pero esto era un poco el precio del éxito, mis hijos y Sasuke deberían estar orgullosos de mí, había conseguido todo lo que siempre quise, mi esposo, mis dos hijos y mi trabajo soñado, mi ikigai como Sasuke decía.

—¿Cómo les fue? —pregunté, me estaba muriendo por cerrar los ojos y poner la cabeza en la almohada, pero tenía que sumar puntos con ellos y recibirlos.

Hoy habían vuelto de México, quería ver a los Uchiha mayores, todos tenían una personalidad y un porte especiales, yo estaba consiguiendo el estatus que ellos tenían para mi pequeña familia.

—Bien —respondió Sarada con una casi sonrisa mirando a su padre y hermano mudos.

Me irrite al instante, estaba tratando de ser considerada pero estos dos parecían ciegos ante mi esfuerzo, si supieran lo mucho que vale mi tiempo...

—El tío Itachi, dijo que te llamaría en estos días —comentó Sarada.

Sonreí, realmente me agradaba Itachi pero estaba demasiado ocupada para atenderle la llamada, sin embargo no podía decir eso en voz alta.

—¿Fue divertido?

—Disculpen estoy cansado me voy a dormir— Daisuke se levantó, ni siquiera me miró, no evadió mi abrazo y mi beso de bienvenida pero si que me ignoró.

Pasado el resto de este mes podría ganar un tiempo asignando tareas a los subordinados que estoy capacitando, aún no puedo confiar del todo en ellos, no veo la hora de volver a pasar tiempo con mi hijo, me preocupa lo distante que es, aunque comprendo sus razones.

Sasuke también se levantó y se fue, pero él no dijo nada, podía ver lo mucho que esto afectaba a Sarada, ella era la única que intentaba comprenderme, pero de algún modo esto dividía a la familia ya que ellos dos estaban unidos en mi contra.

—Debes estar cansada también hija.

—Ah, si... —picoteo la comida, ninguno de los tres comió los vegetales y la carne que preparé para ellos.

—No te preocupes, puedes ir a descansar, mamá va a guardar la comida para que puedan comerla más tarde.

—Gracias —mi hija sonrió con la misma expresión de su padre.

Cuando ella se fue y me quedé sola en la mesa, tomé la comida y la guardé azotando los recipientes, había desperdiciado una hora de mi tiempo cuando debería terminar el patrón del fondo del juego antes de poder dormir, de haber sabido lo habría hecho antes en lugar de esta estúpida comida.

Pasada la media noche conseguí terminar, cerré la laptop cuando la copia de seguridad terminó la descarga y me dirigí a la habitación, abandonando la estresante sala.

Al abrir la puerta la luz estaba apagada, entendía que Sasuke quería dormir pero pudo dejar una lámpara encendida, tomé mi móvil e iluminé mi camino rumbo al baño, todavía tenía que tomar una maldita ducha, al intentar encontrar la puerta del baño, mi cadera que se había puesto bastante ancha golpeó mi buró, calculé mal, y entonces la lámpara de lava que Daisuke nos regaló estalló en el suelo en mil pedazos.

La luz se encendió, los ojos fríos y colericos de Sasuke esos que hacia años no veía me miraron con desprecio y yo le devolví el gesto, esto no habría pasado si para empezar él no hubiera apagado todas las luces.

Call me Sensei (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora