-¡Quiero una motocicleta!
Esas fueron las 3 palabras que más escalofríos les habían causado en sus vidas.
-¿Qué has dicho? -Preguntó una de las dos personas que se encontraba frente a la niña de once años.
-He dicho que quiero una motocicleta -tan altanera cómo uno de sus padres-, y antes de que digan que no porqué sé que lo harán, tengo algo que mostrarles.
De su manga, literalmente, saco una fotografía dónde sus dos padres estaban en motocicleta, siendo ambos muy jvenes. Ambos adultos abrieron los ojos sorprendidos ya que esa fotografía era de su juventud cuando la Touman, pandilla a la que pertenecían, estaba en pleno apogeo; es más, esa fotografía se las había tomado Takemichy.
-Así que tengo edad para tener una y ustedes son mi ejemplo -tan lista como su otro padre. Keisuke y Chifuyu se voltearon a ver, muchas preguntas estaban en su cabeza, pero de lo único que estaban completamente seguros era de la respuesta a la petición que Yukiko acababa de hacerles.
-La respuesta sigue y seguirá siendo, ¡NO! -De manera tajante y dura le respondió Keisuke a su hija, la amaba y no permitiría que arriesgara su vida en una motocicleta.
-No es justo Baji -la pequeña le gritó a su padre. Dando media vuelta, caminó de forma brusca a su recamara, azotando la puerta cómo forma de manifestar su inconformidad ante la respuesta que obtuvo por parte de esos adultos malos ejemplos que tiene por padres.
En la sala se encontraba el matrimonio, mirando por donde su hija había desaparecido. Sabían que ser padres no iba a ser sencillo, pero nadie les dijo que esa casi adolescente iba a ser tan ellos sin ser de ellos.
Cuando ambos la vieron por primera vez fue amor a primera vista, ella era una bebé indefensa que habían dejado abandonada cerca de los departamentos donde ambos tenían poco de haberse mudado después de casarse. En los noticieros habían comentado que se avecinaba una tormenta por lo cual ellos habían decidido ir a comprar un par de cosas para no tener que salir después, cuando la tormenta azotará la ciudad y justo cuando se encaminaban a la tienda fue que escucharon un llanto.
Ese chillido fue lo que llamo su atención y por lo cual se asomaron al callejón del que provenía el sonido; dentro de una caja y muy cerca de los botes de basura observaron un bulto blanco que se movió y comenzó a llorar de nuevo.
Sin saber qué hacer, arroparon a ese bebe con la chamarra que Keisuke llevaba en ese momento, eran principios de enero. No entendían como alguien había podido dejar a un infante en la intemperie y literal, en medio del invierno.
Después de cubrirlo, Chifuyu pegó al infante a su pecho intentando darle calor ya que no tenía idea de cuánto tiempo estuvo en la calle, esperaba que no fuera muy tarde. A toda velocidad, pero sin alterar a la criatura ambos regresaron al departamento.
Entraron y Chifuyu se fue directo a la recamara, a verificar que estuviera bien; mientras Keisuke se encargaba de llamar a Emma, su mejor amiga y la única persona que hasta este momento tenía noción de cómo cuidar a un bebé pues su hijo tenía unos 6 meses de haber nacido.
Una vez adentro se encargó de verificar que la criatura estuviera "bien", aunque sabía que tendrían que acudir al doctor para que diera un diagnóstico confiable. Como agradable sorpresa descubrió que él bebe era una niña, se sintió con coraje al saberla abandonada. A los pocos minutos su pareja entró en la recamara.
-¿Cómo está? -Susurró pensando que él bebe estaba durmiendo ya que tenía sus ojitos cerrados.
-Un poco fría, no puedo decir que está bien al cien por ciento, pero al menos no se ve que le haya afectado estar afuera con este clima.

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Motocicleta
Fiksi PenggemarEl ser padres no es nada sencillo para Keisuke y Chifuyu, quienes se enfrentan a uno de los retos más grande, el deseo de su pequeña niña. Advertencias: - AU. - Parte de una BajiFuyu week (una disculpa porque no recuerdo cuál, solo vi el título y e...