⭑⌇ ❛ 𝘛𝘢𝘭 𝘷𝘦𝘻 𝘦𝘯 𝘰𝘵𝘳𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢, 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘵𝘶 𝘳𝘦𝘪𝘯𝘰 𝘤𝘢𝘪𝘨𝘢 𝘳𝘦𝘯𝘥𝘪𝘥𝘰 𝘢 𝘮𝘪𝘴 𝘱𝘪𝘦𝘴. ❜
Camus es un mago dispuesto a librar a su reino de la cruel monarquía, por lo que haciéndose pasar por un caballero leal a la coro...
"Tal vez en otra vida, cuando tu reino caiga rendido a mis pies. "
– Little Princess.
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PRÓLOGO
—Camus Verseau L'belle, de rodillas por favor.
El joven de largos cabellos aguamarinas, que hasta el momento se mantenía de pie ubicado frente al trono, acotó las órdenes dadas por su soberano manteniendo la cabeza baja y recargando su peso sobre su rodilla izquierda.
Su mirada gélida se mantenía intacta como siempre, sin una pisca de emoción y mirando al suelo. No importaba cuan importante fuese el momento, él no se atrevería a demostrar ninguna otra emoción que no fuera indiferencia.
No podía permitirse hacerlo.
—El día de hoy por el poder que me es concebido como la suprema autoridad de este reino, y frente a todo este público de testigo— hizo una pausa —. Tengo el agrado, pero sobre todo la certeza y confianza de otorgarte el título honorífico de:
"Sir. Camil, caballero real protector de la corona, y principal escolta del príncipe heredero, Milo d' Scorpio."
—Pongo mi total confianza en tus manos, sabiendo que protegerás a mi heredero frente a todo mal y peligro, poniendo tu vida en riesgo y entregándola de ser necesario.
El mayor tomó una espada y la alzó a la vista de todo público espectador presente.
"Aunomdu Père etdu Fils etdu Saint-Esprit."
Entonces, en un suave movimiento la parte plana de la hoja de la espada, rozó el hombro derecho del caballero, para luego ser levantada sobre su cabeza un instante y terminar por recaer en su hombro izquierdo.
—¡He aquí, el nuevo miembro de la mesa redonda! — exclamó efusivamente —. Con ustedes ¡Sir Camil!
El rey extendió su mano hacia el caballero recién nombrado, quien levantó un poco su vista y aceptó tal gesto con suma cautela, reincorporándose de pie nuevamente.
Escaneó su campo de visión, mirando como toda la gente presente le aplaudía a su alrededor; algunos con emoción por la nueva integración, otros eran más prudentes y lo hacían más delicadamente, y por último no pudo evitar enfocar su mirada en aquellos que lo hacían tan hipócritamente que ni se molestaban en disimular su desagrado por tal ascenso.
En su corto tiempo como escudero, Camus había logrado demostrar grandes habilidades y cualidades que ningún otro caballero más antiguo había hecho antes. Realizando hazañas memorables que muy difícilmente podrían llegarse a olvidar pues habían pasado a ser parte de la historia del reino.
Aunque, los objetivos del francés iban contrarios a lo que todos alababan, y por una parte consideraba a aquellos que desconfiaban de él un poco más inteligentes que el resto.
—Caballeros, honores...
Enseguida todos pararon de aplaudir y abrieron paso por la mitad del salón, girando sobre sus talones pegando su mano en la visera y manteniendo su vista en alto, formando de esta manera un camino de honor.
El rey fue el primero en salir, seguido de Camil y dos escoltas mas, y por último la corte de honor de la ceremonia conformada por el resto de los 12 caballeros de la mesa redonda -a excepción de cierto par de integrantes que estaban ausentes-.
La fiesta de celebración daría inicio en breve, y no tenía otra opción más que asistir pues estaba realizada en su honor.
Aquel nombramiento solo era el primer paso que le abriría la puerta al resto de su plan principal.
Matar al príncipe heredero.
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