⤷ Prefacio

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"De todas las criaturas que respiran y se mueven sobre la tierra, no hay nada que sea más agonizante que el hombre."

Homero.

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THE BEGINNING

Castillo de Camelot - Jardines.

Si bien había decidido hacerse presente en aquella celebración, no tenía la más mínima intención de socializar con cualquiera de los ahí presentes. Por lo que se limitó a alejarse del resto y hacerse menos visible en la sombra que le proporcionaba una parte del jardín gracias a la ausencia de velas en esa zona.

Mantenía su espalda recargada sobre un gran muro de piedra, una de sus piernas encogidas a la altura de su cadera y sus brazos como era costumbre suya, cruzados sobre su pecho.

No podía evitar mirar con desdén como los nobles comían y bebían hasta el hartazgo. Pues mientras esos tiranos tenían para comer hasta saciarse y mucho más, la gente del pueblo no tenía ni para llevarse un pan a la boca y encima, tenían que pagar los impuestos para financiar las fiestas que solía dar el rey y sus allegados.

Camus estaba en contra de la corona, y se había prometido a si mismo completar la misión de liberar a su pueblo de las cadenas que le mantenían atado al insensible y poco grato rey que les gobernaba.

En los inicios del reinado de Kardia, el reino prosperó grandemente, convirtiéndose en una fortaleza totalmente impenetrable y uno de los imperios más temidos en la región. Llegando de esta manera a tener una riqueza incomparable.

Pero con el paso de los años, no quedaba ni rastro de quien alguna vez fue aquel rey amable y bondadoso que gobernaba siempre con paz y justicia, y hacía de Camelot un reino envidiable. Pues, ese Kardia parecía haberse convertido en un completo desconocido ante los ojos de su pueblo.

Los impuestos iban en aumento, la comida comenzaba a escasear, los malos tiempos azotaban al pueblo como un castigo de dios, y poco a poco los buenos recursos desaparecían; mientras la codicia y la maldad de su rey incrementaba.

Eso sin contar su obsesión por perseguir, torturar y acabar con la vida de diferentes seres mágicos que habitaban en el reino, todos ellos se habían visto obligados a huir a lo profundo del bosque en busca de salvar sus vidas.

Incluyendo a Camus y a su propia familia.

Varios seres como él habían muerto despiadadamente bajos las estrictas órdenes de la corona que dictaminaba que si algún ser poseedor de magia era encontrado en el reino, este debía ser llevado a ejecución sin derecho a ningún juicio.

Leyes que, ante los ojos de muchos, estaban fuera de ser en beneficio común del reino de Camelot y más para alimentar el ego de su soberano.

Sin embargo, nadie tenía ni voz ni voto frente a la voluntad del rey.

𝐒𝐎𝐌𝐄𝐃𝐀𝐘 ❜ ||【 CaMilo 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora