Epílogo

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Pasaron meses desde que Anna, Elsa y Arno se reconciliaron y comenzaron a trabajar juntos para restaurar Arendelle. El reino había florecido nuevamente bajo su liderazgo, y la paz y la prosperidad reinaban una vez más.

En una soleada mañana, los tres hermanos se encontraban paseando por los jardines del castillo, disfrutando del cálido abrazo del sol.

Elsa: (sonriendo) Nunca pensé que volvería a tener a mi hermano junto a mí.

Arno: (afectuoso) Y nunca pensé que volvería a casa y encontraría a mis hermanas gobernando este reino con tanta sabiduría.

Anna: (riendo) Bueno, tu regreso también ha sido de gran ayuda, hermano.

Kristoff se unió a ellos, llevando a Sven a su lado.

Kristoff: (riendo) Sí, desde que Arno llegó, parece que la vida en Arendelle es más emocionante.

Sven emitió un sonido similar a un relincho, como si estuviera de acuerdo con Kristoff.

Elsa: (seria) Sin embargo, no podemos olvidar las lecciones que hemos aprendido. Nuestro pasado nos recuerda lo importante que es el perdón y la compasión.

Arno: (asintiendo) Tienes razón, Elsa. Aprendimos que el odio solo lleva a más dolor, y que es el amor y la unión los que nos hacen más fuertes.

Anna: (tocando el brazo de Arno) Estoy tan agradecida de tenerte de vuelta, hermano.

Arno: (emocionado) Y yo también estoy agradecido de estar aquí con ustedes, de ser parte de esta familia.

Juntos, los cuatro caminaron por los jardines, disfrutando de la calma y la tranquilidad que habían logrado restaurar en Arendelle.

Elsa: (mirando al horizonte) A veces, las circunstancias más difíciles nos permiten descubrir nuestro verdadero camino.

Arno: (sonriendo) Y nuestro camino es estar juntos, como hermanos.

Anna: (abrazando a Elsa y Arno) Siempre y para siempre.

Y así, la canción de hielo y fuego continuó en Arendelle, una melodía de amor, compasión y esperanza que unió a los tres hermanos y a su reino en un vínculo indestructible. Juntos, enfrentaron cada desafío con coraje y sabiduría, sabiendo que su mayor fortaleza residía en su amor incondicional el uno por el otro. Y así, vivieron felices y en armonía, escribiendo un nuevo capítulo en la historia de Arendelle, uno de unidad y redención.

El Amanecer del HieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora