El presidente Jang Guk Han, fundador del grupo Haemun (ahora conocido como Grupo Babel), tuvo dos hijos. Él y su esposa, Hwang Suk Jin, tuvieron a su hijo mayor. Jang Han Seok. En cuanto a su segundo hijo, el niño fue engendrado por Seo Min Hui, una joven secretaria.
Cuando tenía 8 años Han Seok fue testigo de cuanto esa aventura había destrozado a su madre cuando ella se enteró de que la mujer tenía un hijo de 3 años, Han Seok no lo entendió, su padre tenía todo lo que podría querer; una esposa dedicada a su familia y a la educación de su hijo, dedicada a su hogar y a consentir los caprichos de su esposo. ¿No le entregó lo suficiente para mantenerlo contento?
— ¿Por qué tuvo que ir con otra mujer y engendrar un bastardo? — le había preguntado su madre entre sollozos esa noche, como si Han Seok pudiera responder algo que su padre no había contestado cuando ella le gritó en su oficina.
— Yo no sé mamá. — respondió sentado a un lado de la cama mientras tomaba la mano de su madre tratando de darle al menos algo de consuelo, queriendo que ella dejara de llorar. ¿Por qué la gente lloraba? Han Seok no lo entendía, sabía que había químicos en el cerebro y otras cosas implicadas, pero el mero sentimiento no le era comprensible.
De todas formas, lo entendiera o no, no le gustaba ver a su mamá llorar, la hacía ver fea.
Su figura y porte elegantes se volvieron feos y nada agraciados, sus labios siempre rojos se volvieron de un rosa pálido y sus ojos cafés se derritieron con un negro sucio al rededor mientras ella lloraba. Era una imagen fea.
Han Seok odiaba a su padre.
Cuando el bastardo cumplió 4 años su padre lo obligó a ir con él al hospital, la mujer que lo cuidaba en ocasiones cuando su padre lo llevaba a su oficina estaba ahora postrada en una cama de hospital y junto a ella estaba lo que Han Seok entendió era su nuevo hermano. El niño al que su mamá llamaba bastardo.
La mujer que siempre le sonreía y le daba gomitas de osos para que se entretuviera en la oficina de su padre cuando era más chico. Le extendió una mano pidiéndole que se acercara para ver mejor a su nuevo hermano. La mujer siempre había sido bonita y a Han Seok le había gustado mucho porque ella le daba dulces, le contaba historias y le sonreía cuando lo cuidaba en el trabajo.
Han Seok siempre pensó que ella era demasiado bonita y le gustaba porque siempre le habían gustado las cosas bonitas.
— Papá, ella es mía. — le dijo a su padre una vez cuando tenía 5 años, después de que ella le diera una bolsa de ositos de dulce. — Ella es bonita y me gusta que sea bonita así que ella es mía.
Su padre se burló de él. — Lo que tú digas hijo. Lo que tú digas.
Entonces cuando supo que ella era la amante de su padre y que ella había dado a luz a su hermano solo pudo pensar que su padre la había arruinado, ella ya estaba usada. Su padre le había quitado algo que era suyo y lo volvió feo, igual que con su madre.
Han Seok odiaba a su padre.
Y ese niño bastardo era una prueba viviente de lo que su padre había arruinado. Una prueba de que había engañado a su mamá y que había tocado algo que Han Seok decidió a los 5 años que era suyo. Su papá había arruinado todo y ese niño iba a ser un constante recordatorio de ello.
Tomaron una foto de los 4 a petición de su padre, Han Seok erguido del lado izquierdo de la cama mirando fijamente al niño en brazos de la mujer y su padre parado al otro lado con una mano en el hombro de la mujer y una mirada fría a la cámara.
Han Seok tuvo que enfrentar el rencor de su madre cuando un día ella encontró la fotografía en su habitación, a la foto le faltaba una parte donde debería estar su padre y tenía un agujero donde debería estar la cara del niño que su padre no dejaba de recordarle que era su hermano.
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Can You Feel My Heartbeat? [Han Seok x Luca]
أدب الهواةEn cuanto su vista se detuvo en el chico nuevo Han Seok se sintió atraído, cuando ese ángel no dejó de aparecer en su mente; Han Seok supo que debía hacerlo suyo, incluso si tenía que forzarlo. Pronto ese ángel no podría escapar de él.