SPICA || Twisted Wonderland x OC

011|| Moneda.

Los estudiantes de primer año seguían con total calma a su superior, se veían un poco cansados mientras caminaban debido a que no habían dormido demasiado al quedarse despiertos hasta tarde. Se habían divertido, más ahora se veían como si hubieran salido de entre los muertos.

—Pero la partida estuvo interesante... —murmuró Ace mientras bostezaba agotado.

—Interesante y llena de trampas.

—¿Uh? ¿Trampas? ¿Que paso después de que me quede dormida?

—Que Ace te explique, él sabe perfectamente lo que pasó.

Deuce miró a su amigo por unos segundo antes de fruncir su entrecejo al ver como Ace se reía al recordar cómo escondió algunas de sus barajas dentro de su ropa para poder ganar, y no había sido el único ya que Grimm también llegó a esconder las suyas dentro debajo de su cuerpo cuando los otros se distraían entre sí.

—¡¡Si, él hizo trampa!! ¡Yo lo vi con mis bellos ojos! —Grimm señaló a su amigo con su patita.

Cater miró de reojo a los estudiantes de primero antes de girarse extrañado al ver como empezaban a discutir por las barajas de Deuce que habían escondido y donde posiblemente las habían escondido.

—Yo por si acaso... Creo que no volvería a jugar con esas barajas...

—¡Hey, finalmente! —dijo una voz a espaldas de los chicos provocando que estos se asustaran. —He estado esperándote, Yo-kun. —agregó aquella voz o más bien agregó Cater.

—Ya estoy de regreso. —El peli-naranja estrecho su mano contra la del otro clon. —Perdona la demora, Yo-kun.

—¡¿Hay dos Daimond-senpais ahora?!

—¡¿Acaso son gemelos?! —exclamaron ambos estudiantes de Heartslabyul al mismo tiempo.

—No, no. —Cater rio levemente. —Yo soy el único hijo varón en mi familia.

—¡¿El Carterverso si existe?! —exclamó con emoción la chica mientras corría para ver con mayor atención a los dos Cater solo para comenzar a analizarlos con ojos brillantes.

—No, está es tan solo es mi magia única, Split Card, y con ella puedo crear clones mios. —dijo el chico de mechas largas mientras palmeaba el cabello despeinado de la más baja.

—Así que esa fue la razón por la que no pudimos vencerte ayer... —susurró Deuce para sí mismo.

—Bienvenidos a casa. —dijo uno de los Cater sonriendo a la vez que salía por uno de los caminos del laberinto.

—¡Bienvenida, Yuki-chan! —canturreó uno de ellos sorprendiendo a la albina. —Que linda estas hoy.

—¡Gracias...! —la nombrada sonrió a la vez que sostenía uno de sus brazos. —Tu también te vez lindo... ¿Cater uno...? ¿Kei-kun? No sé cómo llamarte...—la chica llevó sus manos la cabeza solo para mirar a los Cater's. —¡¡Son muchos!!

Los dos clones rieron un poco mientras veían como la más baja hacía gestos extraños gracias a la confusión que sentía al verlos, era un tanto gracioso, pero era aún más gracioso ver las caras de los otros estudiantes de primero al verlos a ellos con las mandíbulas tan abiertas por la sorpresa.

—Que cansado estoy, Acey-chan. —se quejó el peli-naranja original antes de abrazar a los chicos por los hombros para buscar apoyo.

—¡¡¡Ah!!!

—Tardaron mucho en venir.

—¡Wow...! ¡Hay más de ellos! —grito el oji-rubí asustado.

—No se confundan, yo soy el verdadero Cater-kun.