Ariadna es la hermana menor de Maggie y Beth Green.
Durante el apocalipsis, con trece años, encerrada en su granja sin mucho que hacer y leyendo un libro mientras Otis (un amigo de la familia que vivía con ellos desde que todo empezó) salía a cazar...
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Estaba tumbada en la cama casi dormida cuando empecé a escuchar gritos, me asomé por la ventana, preocupada de que algo malo pasara pero una hermosa sorpresa inundó mi campo visual.
Carol había encontrado a Henry, este iba corriendo hacia el rey Ezequiel y se daban un cálido abrazo. Con esa preciosa vista cerré la ventana y fui con Carl.
Él estaba con Judith, estaban pintando una especie de animal, me acerqué y puse mis manos sobre sus hombros.
— ¿Que hacéis? — dije con una sonrisa — Caballo — dijo Judith, yo cogí con delicadeza el dibujo — Es un caballo precioso, ¿no habéis pensado en ponerle un caballero? Un caballero con brillante armadura, ojos celestes y un sombrero de vaquero sería perfecto — dije mirando a mi amado
— Sii, caballero como Carl — dijo Judith y cogió el color azul para empezar a dibujarlo.
Cuando la pequeña terminó su dibujo (con nuestra ayuda) Carl lo agarró y le prometió que lo colgaría en nuestra habitación. Y así fue, ahora tengo a Carl el caballero con su caballo colgado junto al espejo

Precioso ¿Cierto?
Al día siguiente Carl y yo fuimos a decirle a Rick que debíamos intentar a hacer las paces con Negan, pero Carl me pidió que le dejase hablar a él, así lo hice.
— Papá, necesito decirte algo — Dime hijo — le dijo Rick mientras dejaba lo que estaba haciendo para mirarnos
— ¿Sabes? Recuerdo mi fiesta de cuando cumplí 8 años con una tarta gigante y que la tía Eve llegó y nos dio una sorpresa. Me acuerdo de mamá, recuerdo a Rocky, recuerdo el colegio y recuerdo ir al cine, y las noches de viernes de pizza, y ver dibujos, a la abuela, el abuelo y la iglesia, esos veranos con barbacoas y la piscina hinchable que me compraste, me habría servido en la prisión.
—Me hablaste de los paseos que dábamos cuando tenía 3 años. Dijiste que me dabas la mano e íbamos por el vecindario, hasta la granja de Ross, no sabía que lo recordaba, pero lo hago porque aún veo el sol, el maíz y esa vaca que fue a la verja y me miró a los ojos. Me has contado todas esas cosas, pero no es solo eso. Es cómo me sentía. Dándote la mano, me sentía feliz y especial. Me sentía a salvo.
—Pensé que crecer era conseguir un trabajo y quizás una familia, ser adulto. Pero crecer es hacer que tú y la gente a la que amas esté segura. Tan segura como puedas, porque ocurren cosas. Han pasado antes. Te dispararon antes de que las cosas empezaran a ir mal. Parece que las cosas empezaron a ir mal porque te dispararon. Quiero hacerte sentir a salvo, papá. Quiero hacerte sentir justo como yo me sentía cogiéndote la mano. Hacerte sentir eso por cinco minutos. Daría cualquier cosa por hacerte sentir así ahora mismo.
—Quería matar a Negan. Ojalá lo hubiese hecho, así se habría acabado todo pero no creo que hubiera acabado. Fuiste ahí otra vez, pero no se han rendido. No creo que se rindan nunca. Son trabajadores, papá. Es gente normal. Gente mayor, niños, familias. Ellos no quieren morir, papá. Y nosotros tampoco.
—Estamos tan cerca de empezarlo todo de nuevo y ahora tenemos amigos. Es ese mundo más grande del que hablaba Jesus: El Reino, Hilltop... Habrá más lugares. Más gente ahí. Una oportunidad de que todo cambie y siga así. Unos dando a otros la oportunidad de tener una vida. Una verdadera vida. Si ellos no lo terminan, tienes que hacerlo tú. Tienes que darles una salida. Tienes que encontrar la paz con Negan. Encontrar una salida de alguna manera.
—No tenemos que olvidar lo que pasó, pero podemos hacer que no vuelva a ocurrir. Que nadie tenga que vivir así. Toda vida vale algo. Empezar todo de nuevo. Mostrar a todos que pueden estar a salvo otra vez sin matar. Pueden sentirse seguros otra vez. Podemos volver a tener cumpleaños, colegios, trabajos e, incluso, noches de viernes de pizza. Paseos de un padre y su hijo de 3 años cogidos de la mano. Haz que vuelva, papá. Pasea así con Judith. Seguro que lo recordará, quiero poder pasear así con mi futuro hijo, que gracie lo haga con Aaron, que Henry crezca junto a Ezequiel. Se que es posible.
Carl terminó su discurso y las lagrimas brotaban de mis ojos como cascadas, pude recordar muchas cosas de mi infancia, decidí hablar yo también
— Yo puedo recordar cuando Maggie, Beth y yo bailábamos mientras papá tocaba la guitarra y mamá cantaba, recuerdo mis mañanas en la escuela con mis amigos, también recuerdo lo feliz que era alimentando a mis caballos, me acuerdo de mis tardes en la piscina pública en verano, de mis días en la playa con la familia. Desearía poder sentir eso de nuevo, Carl tiene razón, todos merecemos un mundo como era antes, fuera de guerras y desgracias, podríamos ser felices. Solo tenemos que encontrar la paz y eso debes hacerlo tú, eres el líder de esta comunidad, siempre lo has sido, nunca habrá un líder mejor que tú, naciste para esto Rick, no dejes que el rencor trabaje por ti, convierte este mundo de mierda en lo que era antes, podemos ser todos felices.
Rick miró a Michonne y a Judith, ellas caminaban de la mano por hiltop, Michonne nos sonrió y Rick nos miró
— Tenéis razón, no podemos seguir así, no podemos seguir con esto, nadie se lo merece.
De pronto llegó la alerta de que Gregory había llegado. Todos fuimos hacia allí
Maggie le dio un mapa a Rick, en este ponía una dirección y una hora era de Negan, obviamente.
— ¿Qué vamos a hacer? — le preguntó mi hermana — Aceptar — dijo Rick.
Todos nos preparábamos para ir al encuentro con Negan, Rick, Maggie, Michonne, Rosita, papá, Carl y yo planeábamos como iríamos
— A ver, iremos por aquí, bajo los árboles. Llegaremos antes y así podremos ver la carretera — Y si planean algo lo veremos — le respondió Rosita a papá — ¿Creéis que podemos fiarnos de Gregory, de lo que nos contó? — Le he encerrado en la casa, sabía que no lo dejaría libre, sabía lo que le esperaba, solo piensa en si mismo, tendría que tener mucha fé en los salvadores para mandarnos a una trampa y creer que saldría bien — Le respondió mi hermana a Mich
— Salvo que Dwith le engañará — Podría tendernos una trampa — seguí las palabras de papá
Morgan fue corriendo a la puerta cuando los ya no salvadores llegaron, luego embistió a Henry y lo tiró contra el suelo, corrí hacia allí, ese tío estaba pirado.
— ¡Deja al niño! — Dije apuntándole con mi arma mientras veía el rostro de él pequeño, Carol le quitó su palo y yo ayude a Henry a levantarse mientras lo abrazaba
— Ellos... Se habían ido, estaban entrando — pregunté si retirábamos a los caminantes del muro, alejarlos para no preocuparnos de ellos cuando salgamos — Es cierto — corroboró Maggie la historia del Salvador
— Venga, preparémonos todos. Primer equipo en 20 minutos — dijo Rick intentando calmar un poco la situación.
Alejé a Henry del lugar y me lo llevé conmigo y con Carl para dejarlo en un lugar seguro antes de salir.
