Parte 2

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Kihyun no tenía intenciones de despertar aún, pero al sentir un hormigueo en su brazo izquierdo, todo se va al carajo. Se levanta gritando horrorizado mientras todo su cuerpo se retuerce buscando al intruso y una lagartija huye veloz de la escena después de arruinarle el sueño.

Habría descansado más, de no ser porque en este condenado pueblo no existían lugares de hospedaje y había tenido que buscar un espacio lo suficientemente desolado para no sufrir de algún ataque humano o animal, sin alejarse demasiado del poblado. Había llegado en busca de recursos y una guarida, pero aquello tendría que esperar.

De mal humor, se levanta y va en busca de su bolso para sacar el desayuno. Con leña que había juntado y una lámina de metal empezó a cocinar unos huevos con calabacín. Tendría que buscar más tarde cómo preparar las lentejas. Se sienta frente al fuego, mirando el reloj. Son apenas las seis y media de la mañana y siente los ojos arder, necesitados de descanso. Sin embargo, tendría que dedicarse a buscar un refugio cuanto antes.

Unos días escondido aquí serían más que suficiente para que la policía dejara de buscarlo en la frontera del pueblo y continuar su camino.

Al terminar su desayuno, se calza las viejas botas y decide comenzar el día. Aunque las nubes son densas por el momento, el sol pronto será más fuerte e insoportable, así que debe darse prisa. Sus ojos somnolientos buscan a Sook, que se encuentra pastando a lo lejos. Va hacia él, acariciando su lomo con suavidad.

—Vamos, amigo —dice al momento en que lo guía al lado suyo para recoger las cosas y volver al pueblo.

Más que observar, puede sentir las miradas de los lugareños sobre él: expectantes, temerosas y algo molestas. Algunos ni siquiera tratan de disimular y directamente se retiran del lugar, especialmente aquellos que van acompañados de jovencitas o niños. Kihyun se preguntó cuánto habían escuchado estas personas de él, siendo que venía de tan lejos.

Luego de asegurar a Sook, entró en la carpintería, esperando con paciencia a que el encargado terminara de pulir lo que parecía una mesa bastante costosa. El carpintero palideció al notar su presencia y le saludó con recato.

—Busco nogal, que sea resistente para construcción.

El hombre pareció dudar, pero respondió—. Por supuesto, señor. Lo tenemos por acá, si gusta seguirme —avanzó por el local, mostrándole las grandes vigas de madera.

Kihyun podía notar el leve temblor en el pie izquierdo del contrario y la fuerza con la que su mano se sostenía del costado de su pantalón. Por mera diversión hizo como que juzgaba el acabado de los cortes y al final compró media tonelada. Al poner sobre el mostrador los billetes, notó también la duda del tipo antes de tomarlos. No era la primera vez que algún vendedor se cuestionaba si el dinero que le daba era ajeno, pero poco le importó. Se llevó la mitad junto con Sook alegando que volvería más tarde por el resto.

—Ah, por cierto —agregó justo antes de marcharse—. ¿Sabe usted dónde puedo encontrar al herrero?


🐎


Una de las ventajas de vivir en un pueblo pequeño era que las noticias corrían con extrema rapidez. Antes del mediodía, se había hecho de conocimiento general que el herrero del pueblo había sido brutalmente asesinado esa misma mañana. Las descripciones escatológicas e innecesarias no se hicieron esperar.

—Minhyuk me dijo que su cabeza estaba completamente volteada, ¡ciento ochenta grados! —agregó un muy alterado Jooheon.

Hyunwoo lo quería mucho; eran mejores amigos después de todo, pero la idea de que pusiera tales imágenes en su mente no era en absoluto apreciada.

Lone Ranger [Showki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora