Papá- Apenas pronuncio esa simple y corta palabra mis lágrimas empezaron a caer, me mordí los labios evitando que algún sollozo saliera de mí
-¿Qué tiene que ver padre en que me quieras abandonar?.- Dije molesta, esperando que alguna respuesta saliera de él, el miedo de tenerme que alejar de él me cegaba, me miró y abrió los labios
-No te quiero abandonar- Dijo mientras quitaba mi mano de su manga y se ponia frente a mi cara, su expresión era completamente seria. -Pero debes de entender que debemos ser precavidos, debemos ser más inteligentes que él, si queremos vivir-
-¿Y vivir cómo? ¿Alejados uno del otro? Tú prometiste que iriamos juntos- Dije, al borde del llanto
-Tú sabes porque debemos hacerlo Emma, si papá llegara a encontrarnos, debemos evitar que atrapé al otro, y en caso de que eso pase, espero ser yo al que encuentre- Dijo con una mirada fija en mí, que prometía protección - Emma, debemos vivir-
-¡Eso no es vivir! ¡solamente es, sobrevivir! Y sabes que no es lo mismo- Dije haciendo una rabieta contra él, no quería que me dejará, no quería estar sola de nuevo.
-Emma, lo siento- Dijo para después besar mi mejilla y dar la vuelta para empezar a caminar, dandome la espalda a mí y todas mis suplicas.
-Ray...- Susurré para luego darme cuenta de lo que pasaba - ¡Ray lo prometiste!- Le grité con abundante lágrimas y un tono doloroso, él ni siquiera volteó un poco, solamente caminaba, alejandose más y más. - ¡NO ME DEJES SOLA! ¡RAY, PORFAVOR! - Grité aún más fuerte, cayendo de rodillas al suelo, - No me abandones como mamá-
No podía seguirlo, él me ignoraria y me empujaria para que me alejara, además, el que él me haya dado la espalda era una advertencia, para mí esa acción habia significado "Vete" y eso es lo que más me dolía, lloraba desconsoladamente mientras me levantaba, secaba mis lágrimas y trataba de callar mis sollozos, mientras me encaminaba a otro lugar, en dirección contraria a la de mi hermano.
De ahora en adelante. Tendría que vivir con la bruja que lanzó el hechizo a papá para que, se convirtiera en tal bestia, iría a vivir con la mujer que alguna vez fue mi madre.
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Y bueno, aquí estamos ahora
Simplemente estaba acostada en el sillón verde de mi tía Rose, comiendo gomitas con Eithan
Mi vida dio un cambio drástico, cuando llegué a la puerta de mi madre, quien se llamaba Dina, ella me recibió con tanta alegría que me asfixiaba de abrazos, realmente estaba alivida de que todavía me quisiera.
Ese mismo día me presento a dos niños pequeños, Eithan y Emmet de 3 años, ambos eran gemelos, eran rubios y de ojos azules, los dos realmente parecidos a mi madre; ella explicó que había tenido una aventura con un hombre de Estados Unidos, y cuando se enteró de su embarazo, la abandonó en un par de días. Supongo que el karma si existe
Pero bueno, a pesar de que todavía le tengo resentimiento por arruinar mi vida, de todas maneras, es mi madre, no puedo odiarla
Salí de mis pensamientos al escuchar a mi madre desde la cocina, llamándome, me levanté y deje a Eithan en el sofá, me dirigí a la cocina y ahí estaba mi madre con Emmet en su regazo, y la tía Rose a lado. - Emmet quiere pan dulce, ¿Podrías ir a traerle uno, pequeña?
- Claro - La verdad no me importaba mucho, estaba aburrida y tal vez ir al mercado me distraeria un poco, no me llevaba bien con la gente, me miraban raro, pero al menos no intentaban sobrepasarse.
Tomé el dinero que me ofrecía mi madre, mientras salía de la casa lo más normal, caminé un par de calles hasta lograr visualizar el pequeño pero abundante mercado
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•×\\𝑫𝒂𝒅 𝒊𝒔 𝒂 𝑴𝒐𝒏𝒔𝒕𝒆𝒓\\ו(TPN)
De TodoLa pequeña pelirroja corría entre las calles, aterrorizada mientras las piedras la hacían tropezar, pero el miedo la hacía levantarse sin importar cuanto daño se hiciera, todo el dolor sería mejor que caer en las manos de su padre (Yuugo) quien corr...