Heridas, cuerpo y corazón

40 7 0
                                    

La terrible sensación,
que no da ningún aviso,
sin ninguna explicación,
deja tu alma en el piso.

Sientes que se acabó,
y tratas de pedir ayuda,
una historia terminó,
y te surgen muchas dudas.

El pecho todo estrujado,
las pupilas empañadas,
tú mismo te das de lado,
y dices "No pasa nada".

El paraíso es infierno,
en un momento cambió,
y aquello que era tierno,
ahora es razón de dolor.

Temor, rabia, impotencia,
no sabes ni qué pensar,
ni tú te tienes paciencia,
y solo quieres terminar.

Por las calles vas vagando,
preguntándote el por qué,
¿Por qué diablos di tanto,
y ella tan fácil se fue?

No encuentras la solución,
para tu alma desahogar,
y entre tanta frustración,
comienzas a tu piel marcar.

Lentamente en tus muñecas,
pasas aquel terrible objeto,
y vas marcando siluetas,
y perdiendo tu respeto.

La sangre corre caliente,
por tus manos y te gusta,
ya no te importa la gente,
ni tu familia te asusta.

Poco a poco vas amando,
esa hermosa sensación,
piel y cuchilla jugando,
se convierte en adicción.

De marcas te vas llenando,
con el tiempo quieres más,
vas más profundo cortando,
para el placer encontrar.

Y no, no eres un suicida,
por el hecho de cortarte,
tú sí quieres la vida,
pero quieres desahogarte.

Las marcas quedarán mañana,
en eso tienen razón,
pero esas marcas se sanan,
y no lo hace el corazón.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~••~•~•~•~

~•No he contado todo,
aunque lo hubiera querido,
pero aquí te he dejado,
"Lo que callan mis latidos."•~

Lo que callan mis latidos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora