MATRIMONIO FALSO (MINKOOK-KOOKMIN)

1

El rubio da un largo suspiro cansado luego de que lo botaran de su trabajo en aquella cafetería, por mas que le rogó a su jefe, este no le hizo caso y se veía encantado de verlo tan humillado porque sabía que no tenía visa de trabajo y que supuestamente solo había venido de turista

—ahh... ¿y ahora qué voy a hacer?— se sienta en una banca y se cubre el rostro con las manos porque tenía ganas de llorar —¿cómo podré seguir pagando la universidad de mi hermana?... es su tercer año y ella está muy emocionada con ser psicóloga—

La razón por la que Jimin había decidido ir a Estados Unidos fue para poder ganar más dinero, ya que al no haber terminado sus estudios secundarios y no poder iniciar estudios universitarios, solo podía hacer trabajos donde se ganaba muy poco allá en Corea y si quería ganar más debía de tener un título, el cual no tenía, por ende ninguna empresa lo contrataría habiendo mejores candidatos profesionales. Por eso vió una oportunidad aquí y viajó, le fue muy bien y conoció a muy buenas personas, con su viaje pudo ayudar a su hermana, pero ahora todo se estaba yendo al abismo, nadie lo contrataría porque no tenía visa de trabajo

En su ahora ex trabajo su jefe se aprovechaba y lo hacía trabajar de más, lo amenazaba con decirle a la policía que trabajaba y que no era un turista, por eso Jimin trabajaba y aceptaba incluso que a veces el jefe le disminuya el sueldo

—mamá, papá...— mira al cielo —¿por qué me pasa esto a mí?, ¿por qué siempre alguien me tiene que arrebatar la felicidad?— se limpia sus lágrimas y se queda viendo a la nada —...los extraño tanto, si tan solo ustedes estuvieran conmigo... los necesito tanto, es una lástima que la vida se la quiten a quienes más la quieren...— una pareja se sienta en la misma banca que Jimin, al principio Jimin no los escuchaba, hasta que:

—...nos casamos, fue bueno que lo hayamos hecho cariño, así no me voy a separar de ti nunca más— le decía un chico a su novio abrazándolo

—yo también estoy feliz, ahora que eres mi esposo podremos estar juntos sin pensar en que te tendrás que regresar a tu país— se dieron un beso y continuaron hablando, pero Jimin ya dejó de prestar atención a lo que decían porque una idea había aparecido en su cabeza, era una gran solución

Jimin se levanta de la banca y va apresurado hasta su departamento, inserta la llave y busca algunas cosas de valor que tiene y el dinero que le sobra. Cuando tiene todo eso va a una casa de empeño

—buenos días, ¿cuánto... cree que... me darían por este reloj?— pone el reloj en una mesa con lentitud

El señor saluda y pesa el reloj, hace unos cálculos y vuelve con Jimin

—345 dólares, es de oro puro, solo que se ve un poco antiguo— el señor mira a Jimin y lo nota raro —¿pasa algo muchacho?—

—...necesito venderlo, el reloj era de mi padre... ¿usted cree que me lo pueda guardar?, es que tiene mucho valor sentimental para mí—

—...mmm... sería como una perdida... pero puedo guardarlo hasta cuatro meses, si no viene en ese tiempo lo vendo— Jimin sonrió tanto que sus ojos se le hicieron dos líneas

—gracias, y también tengo estas cosas, estas si no tienen valor sentimental para mí— el señor hizo el mismo procedimiento mientras Jimin esperaba, en total salió todo 594 dólares y Jimin salió de ahí y fue a una joyería

—buenos días, ¿en qué podemos servirle?— pregunta una mujer

—buenos días, me gustaría ver anillos— la mujer empezaba a guiarlo hacia anillos de parejas pero Jimin se detuvo —...de hombres— la mujer hizo una pequeña sonrisa y pidió disculpas, Jimin se puso rojo, parecía todo esto una locura, pero si ya había comenzado esta locura tenía que ir hasta el final

—estos son todos los anillos de hombres, hay de todos los precios, desde 200 dólares hasta los 5000 dólares— a Jimin casi se le sale el corazón al escuchar el costo del último anillo

—¿me puede enseñar anillos que tengan una máximo de 750 dólares?—

—son todos estos— le señala los anillos —hay en distintas tallas, si usted me dice los gustos y talla de su pareja podría recomendarle alguno—

—gracias, pero puedo elegir solo— la mujer comprendió y Jimin se quedó ahí —no el algo de verdad, pero tampoco puedo escoger al azar... tiene que ser bonito... ¿y cuál será la talla de él?, solo sé que su mano es más grande que la mía— Jimin se probó algunos anillos y la mayoría no le gustó, siempre había algo que no le convencía —creo que estoy siendo estúpido, ¿qué pasa si no lo acepta?, a los dos nos gustan las mujeres... aunque si nos casamos no tenemos que ser como esposos, podemos seguir siendo amigos, él es bueno y creo que me va a ayudar... pero tampoco lo puedo obligar a que me ayude, son mis propios problemas... ¡qué voy a hacer!— estaba en su dilema cuando vio dos anillos de oro con una franja negra y un diamante pequeño en el centro, era justo de su talla y de la talla del dedo que suponía que era su amigo

—se ve muy feliz, debe de estar enamorado y su pareja debe de ser tan afortunado porque ahora es difícil que las parejas se casen por amor y que uno le quiera dar la sorpresa al otro— le dijo la mujer cuando Jimin le dio lo anillos que eligió, Jimin solo bajaba la cabeza avergonzado —gracias por su compra, disfrute de su boda, le deseo que estén juntos para siempre— Jimin hizo una falsa sonrisa y se fue

Llegó al departamento, se bañó y jugó videojuegos, ya eran las 7 y su amigo todavía no regresaba

—seguro que se fue a alguna fiesta después del trabajo... creo que es mejor venir después de él... y creo que tampoco le puedo decir así nada más, con el dinero que me queda voy a comprar comida, entonces en esa cena se lo pido— Jimin se abriga y sale del departamento

Pasa cerca de dos horas cuando Jimin recibe el mismo mensaje de todos los días por parte de su amigo

"Ya estoy llegando"

Jimin compra la cena y decide volver al departamento para cumplir con su plan. Antes de siquiera insertar la llave en la puerta siente que el corazón se le puede salir del pecho

—debo de ser valiente— inserta la llave e ingresa

Bluyell