4.Me debes una

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No se por que todo esto me sonaba mal, el y ella en una sola habitación, esa inseguridad estaba ahí otra vez, cuando pensé sentirme bien conmigo misma volvió. Empezaron a tocar la puerta.

—Hey, ¿puedo dormir aquí? — veo cómo aparece Camila por la puerta.

— Claro — me para de la cama para poder ponerme mi pijima.

— ¿Por que tienes los ojos rojos?— hace una pausa para terminar de decir— ¿fue por la llamada?

—¿Lo has escuchado? — me puede viendo a un punto fijo.

— Bueno parte de ella, estaba esperando a que acabaras, para preguntarte pero no fue mi intención. — la veo de reojo y veo cómo mueve sus pies nerviosos.

— Está bien, a lo mejor si fue por esa llamada— digo tomando un pantalón de algodón de cuadros rojos y otro igual solo que los cuadros eran verdes, era para Camila.

— Sea quien sea,  por la personas que lloraste, no te merece, y mas si no te quiere ver cumplir tus sueños o hacer lo que te gusta.

— Gracias— me giré al verla, tenía su mirada puesta en el suelo.— ten — le extendí el pantalón— ahí hay blusas, agarra una. — dije por fin metiéndome al baño. Me quede con el top que tenía puesto, y salí del baño, ella ya se había cambiado.— Solamente pienso que lo hace por mi bien, se preocupa por mi. — le digo tomando asiento a lado de ella.

— ¿Así que estas muy enamorada? Eso no es amor, se llama manipulación.

— No lo sé, el me ama..

—¿Pero? — se volteó hacia mi.

— Me fue infiel hace siete meses , y hoy él está ahí con ella y la inseguridad me consume, los nervios, la ansiedad pensando que en cualquier momento me va a engañar—sentí mi voz quebrarse —ella es lo opuesto a mi, su rubio natural, sus ojos azules, su sonrisa perfecta, todo de ella es perfecta y yo solo soy yo.

— Vane, tu eres perfecta a tu manera, eres increíble, si el no ve eso, se puede ir mucho a la mierda, no mereces estar con alguien que te haga sentir mal.— me abrazo.

— Cami, es que no quiero dejarlo — le digo jugando mis pulseras. — el..

— El nada Vanesa, o hablas bien con él o terminan, no mereces esto — dijo con molestia se le veía hasta en los ojos.

—Hablaré con el — le asegure.

—Está bien, ya son las tres y media de la mañana, venga, vamos a dormir. — dice recostándose en la cama acto que imito.

— Buenas noches Cami.— le di la espalda.

— Buenas noches Vane.— y finalmente las dos nos dormimos.

Me desperté, creo que eran al rededor de las nueve, así que tome lo que me iba a poner hoy, un short de mezclilla color blanco  y una blusa que me deba algo arriba de los muslo y me metí al baño. Al salir ya estaba arreglada y revisé mi celular y vi que tenía dos mensajes de él.

Max: Buenos días hermosa.

Max: Ayer se me descargó el celular en la llamada.

Vanesa: ¡Buenos díaaas!!, esta bien no te preocupes amor

Vanesa: ¿Crees poder venir el siguiente fin?

Max: No creo amor, pero tú puedes venir a verme si no puedo yo ir.

Vanesa: Así, a lo mejor puedo, solo que me acostumbre al horario esta semana que viene y te aviso, ¿va?

Max: claro, bueno byee preciosa, tengo que regresar a clases.

Lo difícil que es amar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora