Dessert hyunlix

No deseado

Hyunjin era un chico de 22 años que se acaba de mudar solo a Seúl en su último año de universidad, creía que ya era tiempo de ser independiente y vivir su vida como adulto lejos de sus padres, aunque ellos estaban muy preocupados por él, creían que no estaba listo para vivir solo.

Así que tan solo 1 mes después de haberse mudado, sus padres decidieron que necesitaba a alguien que le hiciera compañía, y un día llegaron a su puerta con una pequeña sorpresa.

Sus padres pensaron que la mejor forma de demostrar que era lo suficientemente responsable era comprarle una mascota, pero no cualquier mascota si no un híbrido, los híbridos existían desde hace mucho tiempo, creados con el fin de acompañar a las personas que estaban solas, en un principio creyeron que era la forma perfecta de brindar acompañamiento y cuidado a las personas que lo necesitaran.

Eran la perfecta combinación entre un animal y un ser humano, no eran tan inteligentes como los humanos ya que se basaban mayormente en sus instintos lo que los hacía tiernos y muy nobles, además de que les daba la capacidad suficiente de cuidar y proteger a quien consideraban parte de su familia.

Pero no todo salió tan bien como lo habían planeado en un principio, muchas personas se aprovecharon de la nobleza de estos seres y la usaron para actos inimaginables, lastimándolos y abusando de ellos, pronto la regulación sobre ellos se descontrolo y cualquier persona podía adquirir uno si tenía el suficiente dinero.

Y aunque paso un tiempo antes de que pudieran establecer leyes que los protegieran aún eran de compra libre, algunos, los más finos y de especies más exóticas eran traficados para prositución. Y aunque aún era un tabú en la sociedad existían muchos casos de personas que se enamoraban y entablaban relaciones sexuales y afectivas con ellos, algunos argumentaban que era un tipo de zoofilia y algo desagradable, mientras que otros decían que su parte humana era más fuerte y que por ende eran seres capaces de sentir y dar su consentimiento.

Aún así habían muchas personas que tenían muchos estigmas sobre los híbridos y su comportamiento, creyendo que solo eran animales humanizados que necesitaban mucha atención,  además de ser salvajes y extraños.

Lastimosamente Hyunjin era uno de ellos, nunca había contado con la paciencia y dedicación para cuidar una mascota normal, mucho menos uno de esos, y aunque jamás lo iba a admitir en voz alta los híbridos le causaban cierta incomodidad que no sabría explicar, en conclusión no le  gustaban.

¿ Y si se lanza sobre él y lo atacaba mientras duerme? no gracias.

Lastima que jamás le dijo eso a sus padres que ahora mismo entraban a su casa con un chico que parecía unos años menor que él, con el cabello rubio y pequeñas pecas en su tierna cara, vestía un suéter azul claro, con un short y medias largas blancas, de su cabeza sobresalían dos orejas puntiagudas y peludas que se veían bastante suaves y de su short salía una gran cola esponjosa que guardaba con recelo escondida entre las piernas, ambas blancas.

Sin omitir el collar que colgaba de cuello con una placa indicando su nombre "Felix", un largo lazo estaba atado a su collar y el otro extremo lo tenía asegurado la madre de Hyunjin, aún eran tratados como animales mayormente.

Cuando Hyunjin lo vio quedo en shock, esto no le podía estar pasando a él.

Sus padres entraron jalando del collar al híbrido tras ellos, el pobre chico solo miraba a su alrededor asustado tratando de reconocer lo que le habían dicho que sería su nuevo hogar. 

Comenzó a mover su pequeña nariz olisqueando el lugar, asintiendo para sí mismo con una pequeña sonrisa, le gustaba como olía su nuevo hogar, Felix estaba muy feliz de por fin ser adoptado, llevaba mucho tiempo en aquella tienda de mascotas siendo el más grande allí, con 19 años.