Capítulo 4

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Habían pasado los días, y por más que Cellbit tratara de conseguir algún progreso, el castaño no se dejaba. Cada vez que se encontraba con Roier lo ignoraba por completo, no sabía nada de él en los últimos días y eso lo estaba matando pero decidió darle su espacio, hasta que una noche...

-¡Cellbit, te paso mi ubicación, necesito que vengas pero ya!- gritó Quackity desde el otro lado de la línea.

-Quackity son las 2 a.m. ¿Que pasa?-dijo con la voz ronca semi dormido.

-A Roier se le ocurrió la grandiosa idea de matarse bebiendo en el "Mastur-Bar", Luzu y yo encontramos al muy pendejo tirado en la calle pero no se deja ayudar-

En eso se escuchó la voz de Luzu tratando de ayudar a Roier que no dejaba de chillar y por como Cellbit escuchaba, se oía muy pero muy embriagado.

-Ya voy, dame 15-

Salió de su casa en pijama puesto nada más que un saco, dejó a Richar durmiendo así que esperaba volver a tiempo antes de que por algún motivo se despertara. Cómo prometió, llegó al Bar en 15 minutos y allí los vió, cuatro tipos en medio de la calle, un enano cargando al que parecía ser Bobby y un alto que tenía a un borracho como costal de papas luchando por no votarlo mientras esté no dejaba de patalear.

Roier se liberó de Luzu, empezó a correr hasta que chocó contra una pared y cayó de trasero al piso.

-Roier ¿Estás bien?- dijo Cellbit.

Levantó la mirada y se asustó al darse cuenta de que no era una pared, era Cellbit.

-¿Cómo verga.... -Hipido- llegaste aquí?-

-¡Cellbit! Hasta que por fin llegas- dijo Quackity

-Por favor llévatelo a tu casa que yo ya no lo soporto- exhaló Luzu.

Roier se dejó cargar, y Cellbit con el otro brazo alzó a Bobby de los brazos de Quackity.

-Me pregunto si eres -Hipido- así de fuerte en todos los aspectos- dijo coqueto para después caer dormido en su hombro.

Cellbit se sonrojó y agradeció que Bobby estuviera dormido, sería lamentable que viera a su padre en esas condiciones, aunque no sabía ni el por qué Bobby estaba ahí, hablaría seriamente con Roier por la mañana. Se despidió de la pareja y llevó a los dos inconscientes al auto.

Los 15 minutos que tardó en llegar fueron los mismos en volver. Entró a su casa, dejó a Bobby en el cuarto de Richarlyson no sin antes avisar a su hijo para que no le diera un infarto cuando encontrará a Bobby por la mañana. Ingresó a su habitación cerrando la puerta detrás de él y recostó a Roier en la parte derecha de su cama matrimonial, no tenía más habitaciones por lo que esperaba que el castaño no se enojara por la mañana. Le dió la espalda a Roier para ir a los cajones y agarrar una camiseta suya cuando escuchó la voz del menor.

-¿Cellbit?- dijo tratando de acoplar sus ojos a la tenue luz de la lámpara que alumbraba la habitación.

Cellbit no dijo nada, agarró la camiseta para cambiar a Roier que tenía la suya toda vomitada, antes de desvestir al castaño le preguntó con la mirada si se lo permitía a lo cual este asintió con la cabeza. Roier pasó sus dedos por los músculos de aquellos brazos que lo cambiaban dejándolo en ropa interior. Cellbit era mucho más grande que Roier en físico, así que una camiseta del mayor era suficiente para que el menor quedara cubierto hasta las rodillas.

-Hablaremos por la mañana, ahora descansa- apagó la luz y se recostó dando la espalda a su acompañante. Ya casi dormido pudo sentir cómo unos brazos lo abrazaban por detrás, se sintió felíz pero sabía que Roier no tenía su cordura al máximo, lo disfrutaría mientras durará.





...


Los rayos del sol pasaban por las cortinas apuntando a su rostro.

Gruñó molesto y puso su cabeza debajo de la almohada para cubrir su rostro.

Despertó por completo al sentir cómo acariciaban su pelo.

Cellbit lo miraba con los brazos cruzados detrás de su cabeza recostado en el respaldo de la cama.

-Buenos días dormilón -

-¿Por qué estoy en tu... cama?- y en eso recordó -oh...en serio perdóname Cellbit yo-

-Está bien guapito- extendió una de sus manos, retirando un mechón rebelde de la frente del menor. -Ahora explícame qué hacías borracho- dijo con voz ronca.

Roier se dejó llevar por el contacto del mayor, acercándose a él, recostandose sobre su pecho desnudo.

-Tratando de reprimir sentimientos, no es obvio?- dijo sonriendo

-¿Y qué hacía Bobby ahí?- aún sorprendido por el acto del castaño.

-Lo había dejado con Quackity, por eso él lo tenía en brazos-

Roier se quedó en silencio un rato y prosiguió.

-Cellbit, quiero tomar el riesgo, sé que reprimir mis sentimientos no fué lo más inteligente, pero ya me cansé y de verdad quiero ser una familia contigo y nuestros hijos.- reposó sus manos en las mejillas del mayor.

Cellbit sonrió y lo besó. Después de tanto tiempo, por fin sus sentimientos eran correspondidos. El besó se volvió salvaje, Roier se sentó en su regazo, colocando cada pierna a cada lado del torso de Cellbit. Pudieron haber seguido de no ser porque tocaron la puerta del cuarto seguido de las voces de los niños.


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Holiii
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Solo la luna sabe cuántas veces la he mirado pensando en ti~|~Guapoduo| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora