Madison entro a su cuarto cargando a Máximo en sus brazos, el cuál aún traía el chupete en la boca pues no quería hablar. La chica recosto al pequeño en su cama.
Mad: Bien, vamos a cambiarte - le dijo mientras iba hacia su mesita de noche, abría un cajon y sacaba implementos de cambio.
Después volvio con Máximo quien se encontraba callado, sollozando sin decir nada.
Mad: Ay, ya deja de llorar bebé.
Pero Máximo en respuesta volteó su cabeza hacía otro lado. Madison, sin embargo, disfrutaba el momento, pues aquel chico que antes humillaba a los demás en la escuela ahora estaba llorando de humillación pura delante de ella, sin duda estaba satisfecha y le daba la seguridad de que ese era el castigo perfecto. Su satisfacción se fue un poco abajo cuando abrió el pañal de Máximo, pues se le revolvió un poco el estómago y casi le dan náuseas, esto la hizo voltear un momento hacia otro lado.
Mad: Ugh, Madison ya es muy tarde para retractarse ~ pensó y volvió a voltear no sin antes tragar saliva.
Madison agarró las toallitas húmedas y empezó a limpiar a Máximo, tardó un poco, pero lo limpió y tiró el pañal sucio al piso hecho bolita junto a las toallitas húmedas usadas. Después le pasó un nuevo pañal limpio por debajo y le empezó a poner algo de crema antirozaduras y luego talco, para por fin abrochar bien las cintas del pañal.
Mad: Bien, ya estas limpio de nuevo bebito - le dijo jalando los pequeños brazitos de Máximo para sentarlo.
Apenas Máximo fue sentado se decidió a hablar, se encontraba molesto y tenía que desahogarse con palabras, por lo que escupió el chupete de su boca.
Max: Ya estas feliz? - dijo amargado.
Mad: Eh?... Feliz por qué? - preguntó sin intender realmente a que se refería.
Max: Pues por eso! - dijo señalando el pañal sucio en el piso - No crees que ya llegaste demasiado lejos? - preguntó malhumorado.
Mad: Acaso querías quedarte sucio? - preguntó burlona.
Max: No! Tu me obligaste!... Que desagradable eres! - gritó con la cara roja de rabia.
Mad: Wow, puedes calmarte? - dijo sintiendose ofendida.
Max: No! Me cansé de esta tontería de juego!
Mad: Cuál juego?... Yo no estoy jugando a nada contigo, esto es un castigo por todo lo que tuve que aguantar de tí - dijo señalandolo en tono de sermón - Cuando llegué a la escuela me robaste la mochila y la dejaste en un basurero, después me pegaste chicle en el cabello y tuve que andar con un sombrero por 2 meses, tirabas mi comida, rompiste mis manillas, manchaste mis útiles con tinta, hiciste que mi profesora favorita renunciará y lo que más me ha dolido es que Sam se cambiara de escuela por la humillación pública que le hiciste pasar!
Madison terminó con la cara roja de la frustración al echarle en cara a Máximo varias de las tantas cosas que este le hizo durante su estadía en la escuela. Máximo quedó perplejo pues el no sabía que la chica aún recordaba todas esas cosas y no sabía como responder.
Mad: Claro, pero yo decido que el único precio que tendrás que pagar es que te traté como un bebé... pero eso es mucho para tí, no pequeño Maxi? - le pregunto con un tono de enojo.
Max: Ah-ah, y-yo...
Mad: Tal vez te este mimando mucho, debería volverte una mascota, no crees que seria divertido? - dijo sádicamente.
Max: No! - gritó asustado - Gracias por cambiarme! - trató de excusarse.
Madison entonces respiro hondo y exhaló, salió de su cuarto a tirar el pañal sucio en el baño y volvió a la habitación.
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Malgaste un deseo y le di un hogar
Ficção GeralMadison es una chica de 16, hace 3 años se mudó a Office un país en el que podría priorizar su educación, pero desde entonces Máximo un chico de su escuela la ha molestado a ella y a sus amigas durante todo este tiempo, pero un dia bajo extrañas cir...