"Obligación"/Tanzen (Pausada)

II

—¡Esto no puede estar pasando!, ¡Es imposible!

Gritaba un rubio desesperado en la parte de atrás de un carro muy lujoso, está sentado junto al mayor de los Kamado, y posiblemente su futuro esposo.

—¡¿Cómo le voy a explicar esto a mi abuelo?!

Seguia gritando aquél rubio, las lágrimas salían de sus ojos, parecía que estaba asustado.

—Tranquilízate, yo me encargaré de todo eso.

Dice Tanjiro con una sonrisa intentando calmar a aquel rubio, su actual prometido.

—Dios mío...

Dijo aquel rubio, parecía que aún no se creía la noticia de que se casaría con el Mayor de los Kamado, Colocó sus manos en su cabello y empezó a tirarlo fuertemente, algunos cabellos se caían.

—No hagas eso, Zenitsu.

El Kamado quitó las manos de Zenitsu de el cabello para que no pudiera seguir arrancando su propio cabello.

—Pero...

Las lágrimas se escapaban de los ojos de aquel rubio, Tanjiro quedó embobado, parecía estar enamorado hasta de las lágrimas de aquel rubio.

—Shhh... Cálmate.

El rubio dejo de gritar, aunque aún sollozaba y las lágrimas no se detenían, Tanjiro lo vio fijamente a los ojos, Un sentimiento lleno el pecho de el Kamado mayor, ¿Amor?, Se podría decir, El Burdeo sintió unas inmensas ganas de besar aquellos labios color rosa claro, pero supo que aún no era el momento, debía hacer algo especial, y si intentaba besar a aquel rubio, era obvio que ese se negaría.

Algunos minutos después, llegaron a la mansión del Burdeo, Está mansión fue el regalo de su padre por haber cumplido los 19 años, se la regalo para que pudiera vivir con su prometida, pero gracias a aquel rubio, la palabra correcta es prometido.

La mansión era inmensa, se podría decir que Zenitsu jamás había visto una mansión de aquel tamaño, Tenía un inmenso patio, con muchas flores y todo bien cuidado.

Ambos entraron a la mansión, Era incluso más grande por dentro, Había un candelabro completamente dorado en la entrada de la mansión, Habían escaleras, por lo cual había un segundo piso, la mansión no dejaba de impresionar a aquel rubio.

—¿Dónde están todos...?

Preguntó el rubio viendo toda la mansión

—Tu y yo viviremos solos en esta mansión.

Respondió el Burdeo, Zenitsu sintió un escalofrío recorriendo su espalda, el hecho de vivir solo con su prometido lo hacía sentir mucho más nervioso.

—Uh, ya veo...

Respondió el rubio, El Burdeo se quedó viendo fijamente a su prometido, e hizo una sonrisita.

—Ve a dejar tus cosas en la habitación de arriba, Ambos dormiremos en la misma habitación, no le veo problema porque ambos somos prometidos.

Dijo el Burdeo con una sonrisa, parecía que tenía varias intenciones en mente.

—Bien.

Dijo el rubio nervioso, rápidamente subió las escaleras y se dirigió a la habitación, que seria la habitación de ambos.

El rubio llegó a la habitación y quedó aún más sorprendido, la habitación era increíblemente lujosa, todo era blanco y dorado, que parecía oro, estaba hermosamente decorada, y era demasiado grande.