<Episodio 81> El motivo oculto del astrólogo
Ariadne corrió las cortinas y habló con Sancha.
"La 'señorita Rossi' sale a menudo".
Sancha, que estaba ordenando su escritorio, asintió ante las palabras de Ariadne.
"Madame Lucrecia rara vez sale por lo general".
Para ser precisos, no estaba "de moda" sino "no". Lucrecia no tenía conexiones en los círculos sociales de la capital. No había nadie que la invitara, ni damas a las que Ilamar a casa.
Se trataba simplemente de una misa habitual, una pequeña salida relacionada con la Basílica de San Ercole o una visita a la tienda para comprar algo.
Salir dos veces en una semana con un destino poco claro era completamente inusual en Lucrecia.
"¿Hace viento?"
Ariadne también se echó a reír ante las palabras de Sancha.
Era la primera gran carcajada que veía desde que el príncipe Alfonso partió hacia Tarento sin dejar una carta.
"No tienes dinero, pero ahora vienes aquí y pides ayuda".
"Vaya, podría ser el amor verdadero encontrado tarde".
Ariadne, que había estado dando y recibiendo té y tonterías, estaba disgustada por su situación. Era impropio de Ariadne, que siempre estaba llena de paciencia.
"En momentos como este, sería bueno tener un sirviente que te siga".
Cuando estaba bajo el ala de Cesare como prometida del Príncipe Regente, todo lo que tenía que hacer era pedir prestado a la gente de Cesare.
Convertirse en la mujer de alguien significaba tomar prestado su prestigio. Es un dulce refugio.
"Yo se, verdad. "¡Si tan solo tuviera una excusa para usar sirvientes legalmente...!"
Sin embargo, si no tienes dientes, puedes masticar con las encías.
Ariadne le contó a Sancha otro plan.
"Por favor, averigüen quién es el conductor que sacó a Lady Lucrecia hoy".
Sancha entendió las intenciones del dueño con una sola palabra.
"¡Ah! "¡Había tal manera!"
Ariadne sonrió y asintió.
Planeaban descubrir su destino dándole un pequeño favor al cochero que acompañaba a Lucrecia.
El oro puede abrir incluso la boca de los muertos.
* * *
Cuando Lucrecia regresó a la casa unifamiliar alquilada por el astrólogo, la gitana salió corriendo hacia la puerta principal con una sonrisa en el rostro.
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Hermana Mía En Esta Vida Seré La Reina Novela
Любовные романыDicen que no les gustan las chicas grandes. Imagínate abrazándome todo el tiempo mientras te abrazas a ti". En vísperas de mi coronación como reina, mi prometido me echó, y fui encarcelada miserablemente en una torre, burlada por mi hermana más herm...