Capítulo 2

22.5K 919 49
                                    

Escuchar esta canción todos los días a la mañana me hace pensar que ir al colegio no es algo tan malo después de todo...a pesar de que me falte un año entero después de estas vacaciones para terminar. Eso me lo creo solo por los 3 minutos y 35 segundos que dura el tema. Luego vuelvo a pensar que ir al colegio es una de las cosas más patéticas del mundo. Y ahora veo en mis amigos y vuelvo a pensar que el colegio 'no es algo tan malo después de todo'. Soy tan contradictoria que a veces pienso que algo me conozco.
-¿Qué te traes Harriet?- Me pregunta Jang mientras caminamos por el pasillo del colegio situándose a mi lado izquierdo.
-Estoy emocionada.
-Hoy es el día de las entradas ¿cierto?- Me pregunta Cedric desde mi lado derecho-¿Enserio acamparán al final?
-Exactamente- Digo sin poder ocultar mi emoción.
Acamparemos para conseguir entradas. Según las noticias será una larga cola y si queremos conseguir las entradas en la ubicación esperada habrán tantas adolecentes como nosotras haciendo cola para conseguirlas. Sé que a las chicas mucho no les divierte el hecho de dormir en plena avenida para conseguir un par de entradas pero saben lo mucho que significa para mi.
-Ustedes cuatro si que son graciosas. ¿Necesitan que las lleve en el auto?- Pregunta Cedric.
-Yo si necesito que me lleves en auto al centro, debo ir a comprar unos videojuegos que- Comienza a decir Jang.
-Nadie te preguntó a ti cara de huevo aplastado- Le dice Cedric interrumpiéndolo haciendo que me ría apenas un poco.
Diviso al fondo del pasillo a Jenna y a Renee quienes hablan muy gestualmente, como siempre.
-Eso si que fue ofensivo- le dice Jang con su tan graciosa voz.
-Sabes que te amo hermano- Le dice Cedric posicionándose a su lado.
-Oh ahora me llamas hermano, cara de banana con cabello de coco.
Ya cerca de las chicas y ya estando Peggie en este círculo nos miramos las caras y gritamos apenas nos saludamos. No todas pero si Peggie y yo.
-Todas tienen sus pinturas y cosas en las mochilas ¿cierto? Vamos a la boletería directo de aquí.- Les recuerdo a las chicas.
-Por supuesto.- Dice Peggie.- Tengo la carpa en el casillero, archivada y lista para ser armada.
Sonrío entusiasmada por esta gran aventura que siempre he querido vivir pero nunca pude hacer. Por primera vez reúno a mis amigas para ir a ver a una banda y me siento orgullosa de ver cuanto han mejorado en cuanto a su tolerancia musical.
-Yo todavía no puedo creer que haya aceptado meterme en este embrollo. Me gustan sus canciones, ellos son lindísimos y ¿Jeff Hameldon? Guau creo que estoy enamorada, pero ¿acampar para conseguir entradas? Creo que es demasiado descabellado.- Acota Renne mientras nos acercamos a la puerta de nuestra clase de Historia.
-A mi también me cuesta creer que dormiremos en una carpa en medio de gente desconocida ¿qué si nos ven cara de principiantes y nos roban? Eso si sería el colmo.- Dice Jenna.
-Esperen, esperen, esperen.- Les repito situándome en frente a ellas y frente a la puerta de la clase.- Dijimos que lo haríamos juntas. Háganlo por el motivo que lo hagan, dijimos que sería una experiencia divertida y diferente. Todavía hay tiempo para arrepentirse pero solo quiero aclarar que Peggie y yo iremos y que lo pasaremos genial. Después no quiero quejas ni llantos de arrepentimiento.
Peggie me observa como queriendo decir algo mientras yo la observo fijamente para que no acote nada. Pasan un par de segundos en los que Renee y Jenna se observan mutuamente como dándose por vencidas.
-Iremos, pero- se apresura a decir Renne- solo si juramos encontrarle a Harriet algún novio fanático de LB en la cola.
Reímos y la observo levantando una ceja.
-Por Dios con una de esas ya nos basta y sobra- Dice Jenna abrazándome con un brazo.
-Renee ¿que acaso no conoces a los fans hombres de Liberty Balance? Pues bien, no los hay.
-O sí los hay pero son ya no tienes chances con ellos, están enamorados de los cinco. Perdón Harriet, tendrás que quedarte con Matt Sadler.- Dice Jenna.
-Oh que desgracia.- Le digo irónicamente mientras entramos a la clase.
Al salir del colegio al mediodía iremos a por las entradas, al camping callejero en que nos cruzaremos con tantas otras fanáticas como yo o bueno...casi como yo... ¿O mas que yo?
Me cuesta pensar que somos tantas a veces, no por que los quiera solo para mi sino por que esto del enamoramiento a veces se me hace tan confuso dentro mío que eso sí que no quiero compartirlo. Por Dios Mattew todo sería tan fácil si no existieras. Pero mi vida sería tan absurda sin sus canciones, sin su impronta musical, su guitarra rosa escrita con frases en marcador indeleble y sus pañuelos coloridos.
Conocí personalmente a un par de fans de Liberty Balance en persona cuando fui a comprar su último disco acompañada por Cedric, mi hermano en las buenas y en las malas quien casi se suicida al entrar a esa disquería y ver a tantas mujeres vestidas con las remeras, aretes, carteles, y las caras escritas con corazones y con las espectaculares palabras de Liberty Balance. Se llamaban Amanda y Marion y ambas eran muy divertidas. Nos comenzamos a seguir por twitter inmediatamente y se podría decir que las cosas que twittean son entretenidas de leer en las clases como esta. Por supuesto, todos sus tweets son acerca de Liberty Balance o comentando algún tweet de alguno de sus miembros. Sus iconos de twitter son fotos de ellos y hasta sus nombres no son los suyos personales. Hay de todo en el mundo de los fanáticos y no hay nada mejor saber que formo parte de eso.
La profesora de historia sigue hablando sobre la guerra fría y la segunda guerra mundial mientras yo scrolleo con mis uñas hoy verdes, el inicio de twitter. El celular me vibra anunciando uno de los tweets actuales de Mattew Sadler. Tengo la opción activada para recibir la notificación cada vez que Mattew publica algo en esta red social y por lo visto acaba de hacerlo.

HisteriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora