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Roier sabía que su esposo era fan de resolver misterios, así lo conoció y sabía que eso no iba a cambiar en él, pero cuando se levantó al baño a las 4 de la mañana y vió a Cellbit dormido sobre su escritorio supo que debía hacer algo, se acercó sin hacer ruido hasta donde estaba el otro, sabía que despertarlo sería inútil, seguro si lo hacía se quedaría despierto hasta el amanecer, así que solo se acercó y acomodó sobre sus hombros una frazada roja, luego presionó levemente sus labios sobre su cabeza y salió sin hacer ruido.

Definitivamente debía hacer algo por la salud mental y física de su esposo.

Al día siguiente, fue el primero en despertar, caminó hacia la oficina de Cellbit para checar que no estuviera enfrascado en alguna otra cosa, para su suerte, seguía durmiendo, en algún punto de la noche se había movido al sofá que ahí tenía, cerró la puerta y fue directo a la habitación de sus pequeños, igual dormían.

Comenzó a preparar comida, agua y algunos toppers con algunos otros alimentos dentro, los guardó en una mochila, después, buscó ropa bonita para sus hijos.

Cuando se aseguró de tener todo listo, comenzó a preparar el desayuno, el café para Cellbit y hotcakes para Bobby y Richas, fue a despertar a sus hijos primero, los vistió y los peinó, dejó que fueran a tomar sus lugares en la mesa del comedor, luego fue con su esposo.

–Gatinho– susurró moviéndolo con suavidad, intentó un par de veces más, y cuando vió que no había resultados, recurrió al plan B –¡Cellbit pendejo, ya despierta culero!– Cellbit despertó asustado y mirando hacia todos lados, Roier comenzó a reír

–¡Me asustaste pendejo!– Roier rió y dejó que el otro espabilara para poder decirle los planes que tenía para el día

–Bueno gatinho, báñate, ponte algo cómodo y ven a desayunar– el castaño le sonrió al darle las órdenes, Cellbit solo asintió y fue directo a bañarse

Roier fue hacia el comedor para empezar con su desayuno, pero solo escucho a sus hijos discutiendo por algo

–¿Ahora por qué pelean chamacos?– preguntó mientras tomaba asiento y se servía una taza de café

–El Richas anda diciendo que dibujo feo– le dijo Bobby mirándolo con un ceño fruncido –No le sabe al buen arte, ¿si o no apá?–.

Roier rió y asintió, estando de acuerdo con el pequeño de overol, unos minutos después, Cellbit los acompañó a la mesa

–Buenos días guapito, buenos dias filhos– sirvió una taza de café y se sentó a un lado de Richarlyson con una sonrisa, los niños le dijeron buenos días de vuelta

–¿Podemos ir a nadar hoy pá?– preguntó Bobby mirando a Cellbit, Richas también lo miraba emocionado por la idea

–Voy a estar ocupado hoy filho, pero tal vez Roier los puede llevar– Cellbit miró a Roier esperando un asentimiento de acuerdo del castaño, pero no sucedió

–Nada de ocupado gatinho, pasas mucho tiempo en los enigmas, entiendo que es algo que te apasiona, pero debes tomarte un descanso– le dijo mientras llevaba los trastes sucios al fregadero, luego le sonrió –Por eso pienso que deberíamos tomarnos un día en familia en la casa que hicimos Bobby y yo cerca del mar–.

Los niños comenzaron a celebrar y empezaron a saltar de emoción, Cellbit vió a sus niños, tenía avances en la investigación que quería hacer hoy... pero pasar tiempo con su familia valía más que ese montón de papeles.

–Richas, avisale a Felps que su día para cuidarte se recorre para mañana– Roier le pidió al pequeño brasileño, el cual sacó su comunicador y tecleó lo más rápido que pudo

Día de descanso - Guapoduo (Familia guapita)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora