- Esto es injusto - Dijo Draco con lagrimas asomándose de sus ojos.
- La vida es injusta - June lo abrazó como acto de protección. Odiaba ver a alguien que tanto amaba estar mal.
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- "Bienvenido al Autobús Noctámbulo, transporte de emergencia para el mago o bruja abandonado. Mi nombre es Stan Shunpike y seré su cobrador esta noche".
Otra parada, pensó June, una no puede dormir tranquila porque siempre hay otra parada.
- ¿June? - Avely volteó hacia aquella voz sorprendiendose al ver a su querido amigo.
- ¡Harry! ¿Qué estás haciendo aquí?.
- Digamos que inflé a la hermana de mi tío - Dijo Harry Potter mientras tomaba asiento junto a June.
- ¿Cómo dijiste que te llamabas? - Habló Stan hacia Harry quien ahora perdía el equilibrio gracias al movimiento del autobús.
- No lo dije.
- ¿Adónde te diriges?
- Al Calderón Chorreante, es en Londres Shunpike - Interrumpió la charla June - Ahora despiertenme cuando lleguemos.
Al llegar un mago jorobado ayudó a ambos niños a subir sus cosas a la habitación que compartirían. Apenas Harry puso su mano para abrir la puerta para poder entrar y descansar del viaje algo extraño, uno de los integrantes del ministro de magia lo llama haciendo que Potter gire la cabeza hacia June algo confundido y ella, con una simple mirada, hace entender a su amigo que vaya y que todo estaría bien, mientras ella esperaría allí.
Al irse los tres, Harry, el ministro y el mago jorobado, June agarró su pequeño bolso y el de Harry y entró al cuarto. La habitación contaba de dos camas individuales y un escritorio.
June dejo el baúl de Harry en una de las camas y abrió su mochila para inspeccionar su nuevo libro: "El monstruoso libro de los monstruos", sabía que lo usaría en la clase para la materia Cuidado de Criaturas Mágicas, también había leído un poco el libro cuando pasaba las noches en la cabaña de Hagrid ya que su padre la abandonaba siempre que podía.
Acarició el lomo con cuidado y se puso a leer sobre los Limax, una criatura sensible a comparación de los que aparecen también en el libro.
Luego de unos minutos llego Harry con su lechuza, Hedwig. June dejo el libro de lado y fue hacia el animal para acariciarlo.
- ¿Cómo te fue? - Preguntó June
- Bien, pensé que me iban a encerrar - Sé rio Harry mientras intentaba ver el libro que había dejado June.
- Te recomiendo no abrirlo de ... - fue interrumpida por el libro que, ahora, se intentaba comer a Harry.
Harry saltó sobre la cama mientras que June agarró a Hedwig y, con cuidado de no molestar al búho, se subió al escritorio.
- Tienes que acariciarle el lomo Harry. - explicó June mientras aguantaba su risa - ni se te ocurra asomar la cabeza.
Harry, para molestar a su amiga, asomó la cabeza por debajo de la cama y el libro salió con todas las fuerzas para agarrarlo. Harry subió su cuerpo entero de vuelta a la cama y con cara sorprendida miró a su amiga.
