𝗧𝗲𝗻.

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                                     ☀︎︎                                                           

- La infancia es lo mejor que puede tener un niño, la inocencia y niñez es la etapa más fácil para todos, pero no para mi. No para nosotros, siempre estuvimos rodeados de porquería y malos hábitos heredados, tanto en mi familia como en las calles. El mundo para mí siempre fue hermoso, las personas lo dañaban. Pero ese pensamiento no surgió de la nada, no abrí los ojos por obra de magia, el condenó mis pensamientos a un sufrimiento permanente, me encadenó a el

               12 de agosto del 2002

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Era mi cumpleaños número 10, me desperté con el sonido de los pájaros y un día soleado. Como si el universo me estuviese ayudando a disfrutar mi día, mi emoción era evidente, salí de mi cama de un salto y fui al cuarto de mi mamá entre saltos y gritos de emoción, ella era hermosa. Era una mujer alta, con pelo cafe, con ojos azules, sus ojos, podia quedarme horas admirandolos. Cualquiera se perdía en su mirar, era joven, para mi lo era. Su cara era suave y fina, simplemente era la mujer más linda del mundo para mí, ella al verme se acercó a mi con una sonrisa y me dio un abrazo largo y con su voz dulce y susurrante como siempre me dijo

— hoy es tu día mi preciosa princesa, pasaras a tener dos numeros en tu edad, estoy orgullosa de ti.

Dijo mientras me agarraba de los cachetes y yo solo la admiraba y me dejaba, sus manos eran delgadas y frías pero me encantaba que me diera su afecto.

— ¡Ya soy una niña grande! ¿Eso significa que ya puedo trabajar cierto mamá?

Dije con entusiasmo mientras daba vueltas por toda la cocina. Era mi dia, sentía que era la niña más feliz del mundo. De repente unos brazos me rodearon y recibí un abrazo de oso, un abrazo de oso que casi me deja sin aire, era mi hermano mayor, kyle, quien me alzaba por el aire y me daba pequeños besos en la mejilla

— ¡Feliz cumpleaños mocosa! Ya eres una niña grande, pero eso no significa que tengas derecho a tener noviecitos, sigues estando igual de enana que antes

Kyle era molesto, pero era lo más parecido a mi. El tenía 16 en ese entonces, era un chico alto, con pelo cafe, con ojos cafés y una sonrisa encantadora. Cualquier chica podía enamorarse de él, el era como mi protector y lo amaba aún que no lo demostrará, parecía un modelo pero no podia mentir. Tenía comportamientos raros, se iba de la casa y no volvía en días, y cuando volvía siempre llevaba una clase de máscara negra que sobresalia se sus bolsillos y las manos con un tinte rojo poco notable. Como si antes lo hubiese lavado, pero eso no importaba, para mi eso no era de importancia

a los minutos se pudo escuchar un portazo fuerte y un maletin caer. Era mi padre quien había llegado del trabajo ¿tan temprano? Me pregunté a mi misma, pues siempre llegaba a las 12:00 o al siguiente día. Mis ojos se iluminaron y fui corriendo hacia donde estaba el, recibiendolo con un abrazo fuerte. Obviamente no le llegaba más arriba de la cadera, aún era una niña. El con evidente enojo me empujo haciendome caer, lo mire con asombro. Retuve mis lágrimas, pero no por el golpe, si no por su rechazo, kyle fue corriendo hacia mi y me abrazo agarrándome la cabeza y volteando a ver a mi padre, estaba enojado y me asustaba.

— ¿Que carajos están celebrando por qué aún no está el almuerzo listo?

Me acerque a él haciendo a un lado a mi hermano y con emoción mientras me aferraba a su pierna le dije casi entre gritos

— ¡¡Es mi cumpleaños papá, ya soy una niña grande como tu!!

Nisiquiera me dirijio la palabra. Solo bajo la cabeza levemente para mirarme, pero por alguna razón me sentí rara cuando lo hizo. No me miró de una forma normal

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⏰ Última actualización: Aug 08, 2023 ⏰

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