Relatos de un Sauce Llorón

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Bajo el cielo gris y melancólico,
donde los sueños se tejen en susurros,
se alza majestuoso el sauce llorón,
testigo silente de tantos lamentos oscuros.

Sus ramas se inclinan con gracia y tristeza,
como brazos extendidos buscando consuelo,
sus hojas, como lágrimas, caen en tristeza,
contando historias de un pasado y un anhelo.

En cada rama un suspiro se posa,
y en el viento se lleva sus secretos,
relatos que solo el sauce conoce,
que susurra al oído de los corazones inquietos.

Ha visto amores nacer y desvanecer,
hombres y mujeres con lágrimas en los ojos,
sus historias entrelazadas como en un caleidoscopio,
susurros de promesas rotas y sueños despojados.

En su abrazo, los corazones afligidos se cobijan,
buscando calma en su refugio de pena y dolor,
el sauce llorón guarda sus penas profundas,
mientras el mundo sigue su eterno clamor.

Oh, sauce llorón, poeta silencioso y fiel,
escucha nuestras voces y nuestras penas ancestrales,
convierte nuestras lágrimas en ríos de esperanza,
y sé el guardián de nuestros relatos y amores fatales.

En cada susurro de tus hojas danzantes,
hay un eco que perdura en la eternidad,
relatos de un sauce llorón, eternos y vibrantes,
que nos enseñan que en el dolor hay belleza y verdad.

El Amor Bajo el Sauce Llorón:

Bajo las ramas de un sauce llorón,
una joven lloraba en silencio su dolor,
sus lágrimas caían como gotas de dolor,
mientras su corazón sufría en su interior.

En cada sollozo, el sauce se estremecía,
cada lágrima, como una nota en el viento,
la tristeza se entrelazaba con la alegría,
en esta historia de amor sin cimiento.

Su corazón anhelaba el amor no correspondido,
pero en el silencio, el sauce lo sabía,
escuchaba sus penas y suspiros perdidos,
y le daba consuelo en cada nuevo día.

Sus lágrimas regaban las raíces del sauce,
haciendo crecer su amor en lo más profundo,
sus emociones, enredadas en su encaje,
creaban un lazo entre el sauce y su alma moribunda.

Mientras la joven lloraba, un amor inesperado surgió,
un ser amable y compasivo pasó por su lado,
le ofreció un hombro en el que apoyarse,
y juntos encontraron el amor anhelado.

El sauce llorón, testigo fiel de su historia,
las ramas se inclinaron de júbilo y alegría,
una joven que encontró el amor en la melancolía,
bajo las sombras del sauce, en plena fantasía.

Así es como el amor florece en lugares insospechados,
bajo un árbol que guarda secretos y lágrimas,
una joven encontró la felicidad en lo inesperado,
y el sauce llorón celebra el amor que se encamina.

El Llanto del Sauce:

Bajo la sombra del sauce llorón,
un joven se encuentra, con el corazón roto.
Sus lágrimas caen como la lluvia en el viento,
llorando la pérdida de aquel que fue su apoyo.

El sauce se inclina en compasión,
sus ramas se estiran ofreciendo consuelo.
Las hojas caen como lágrimas del árbol,
acompañando el llanto del joven en duelo.

El viento susurra palabras de aliento,
mientras la tristeza envuelve el aire.
El sauce se convierte en su refugio,
un lugar donde puede llorar sin cesar.

El joven recuerda los días llenos de risas,
cuando su padre estaba a su lado.
Las enseñanzas y consejos se quedan grabados,
en su alma y en cada rincón del pasado.

El sauce llorón guarda aquellos momentos,
los relatos de amor y comprensión.
Acompaña al joven en su dolor,
ofreciendo consuelo en su desolación.

El sauce le recuerda que su padre vive en su corazón,
y a través de su amor, nunca estará distante

El sol brilla a través de las ramas del sauce,
una señal de esperanza y renovación.
El joven se levanta con valentía,
sabiendo que su padre lo guía en cada estación.

El Lamento un Criminal:

Bajo la sombra del sauce llorón,
un criminal se encuentra, su alma turbada.
Sus lágrimas caen como gotas de redención,
llorando por el daño causado en su jornada.

El sauce se inclina en silencio,
sus ramas se estremecen con pesar.
Las hojas, como testigos mudos,
acompañan el llanto del criminal en su penar.

El viento lleva susurros de remordimiento,
mientras la oscuridad abraza su ser.
El sauce se convierte en su confesionario,
donde busca liberarse del peso de su ser.

El criminal recuerda los actos cometidos,
las vidas truncadas, la inocencia perdida.
El dolor y la culpa embargan su mente,
en un ciclo de arrepentimiento y agonía.

El sauce llorón guarda sus secretos oscuros,
las confesiones de un pasado en tinieblas.
Acompaña al criminal en su redención,
ofreciendo compasión en sus noches de agonía.

A medida que las lágrimas fluyen,
el criminal busca redimir su existencia.
El sauce le recuerda que aún hay esperanza,
y que puede cambiar su camino con persistencia.

El sol se asoma entre las ramas del sauce,
una señal de perdón y renacimiento.
El criminal se levanta con determinación,
decidido a rectificar cada tormento.

El llanto del sauce se convierte en una plegaria,
un ruego por cambio y enmienda de sus actos.
El criminal encuentra la fuerza para transformarse,
abrazando la redención y abandonando su pacto.

Poesía de Media NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora