Poesía de Media Noche

El Amor es Una Droga

En el vasto universo del amor,
un torrente eterno de dicha y fulgor.
Susurros dulces, abrazos cálidos se funden,
en un éxtasis de emociones, nuestros corazones se inundan.

Pero como una droga inquietante y fugaz,
el amor también puede causar desazón y pesar.
Una vez que te envuelve en sus brazos seductores,
te consume, te eleva y luego te arroja a los rincones más oscuros.

Es como una esencia adictiva que nos embriaga,
nos sumerge en una danza eufórica que nos halaga.
Las caricias se convierten en anhelos y desesperación,
y las promesas, meras ilusiones que se desvanecen en la oscuridad de la habitación.

La ausencia del amor, un abismo que devora,
las lágrimas se confunden con la lluvia que llora.
Nuestros corazones despedazados, fragmentos de un sueño,
mientras navegamos en la soledad que nos abandona sin dueño.

El amor, una droga de emociones dispares,
que nos lleva de las alturas a los abismos más amargos y azares.
Y así, en la tristeza de su inclemente ausencia,
nos encontramos sumidos en la desolación y la impotencia.

Pero aun en la penumbra de nuestro pesar,
surge la esperanza, un destello en el vasto mar.
Quizás algún día, el amor vuelva a encontrarnos,
curando heridas, sanando almas y desatando nudos tan amargos.

Mientras tanto, navegamos en las aguas de la desdicha,
buscando respuestas, buscando una manera de que las heridas se cierren.
Pero en la oscuridad, encontraremos la fuerza para renacer,
y en un nuevo amanecer, tal vez, el amor vuelva a florecer.