Cuando nadie ve [Zormuan]

Capítulo 20

El hechicero en su espejo asegurándose de lucir lo más perfecto posible, él científico iba a ir al Santuario

Bueno si, solamente iba porque necesitaba cristal y el hechicero tenía pero iba a ir al Santuario

Estaba moviéndose el pelo por quinta vez intentando que no se le fuera ni un pelo de lugar hasta que escuchó qué tocaban la puerta

Salió a velocidad hasta la puerta con una gran sonrisa pero al ver quien era se desvaneció por completo - A, eres tú -. Dijo abriendo la puerta para que pasara

- O si, un placer en verte Auron -. Imitó el de mechón amarillo al hechicero - Un placer en verte a ti también Juan -. Habló con su voz normal haciendo una conversación consigo mismo

- Sí, ya entendí que no te salude bien -.

- Veo que no era quien esperabas -. Lo miró de arriba a abajo - ¿A quien estas esperando y por qué estás tan arreglado? -.

- Eres un chismoso ¿No crees? -. Se cruzó de brazos

- Yo vivo por y para el chisme, mi Juanito, ya dime -. Sonrió emocionado por saber

- Para nadie -. El hechicero no tenía intención de hablar y de esto se dió cuenta el de mechón amarillo así que se le ocurrió algo debido a sus sospechas

Este volteo hacía las escaleras las cuales el hechicero no alcanzaba a ver - ¡Hola, Zorman! -. Dijo con una sonrisa el de mechón amarillo saludando a la nada

- ¡¿Ya llegó?! -. Preguntó emocionado el hechicero intentado ver hacía las escaleras

El de mechón amarillo sonrió victorioso - Así que vendrá Zorman -.

El hechicero se dió cuenta de la trampa del de mechón amarillo - Hijo de puta -.

- Pero a que viene toda esa emoción, Juanito -.

- Que te importa -. Intentó disimular pero fue atrapado descaradamente

- ¡Lo sabía! Yo sabía que si te gustaba el científico ese -. Celebró con una sonrisa

- Cierra la boca, no es así -.

- Sí es, vamos ya te descubrí -.

El hechicero suspiro rendido - Bien, pero no se lo digas a nadie, si me gusta, tal vez -.

- ¡Y me lo negabas! Lo sé, yo siempre tengo la razón -. El hechicero se le quedó viendo serio - Perdón, ¿Y por qué no se lo dices? -.

- ¿Bromeas? Yo no se si le guste y no quiero arruinar la amistad con mi mejor amigo por esa estupidez -.

- Que triste que te guste alguien que llamas tú mejor amigo -.

- No ayudas -.

- Perdón, mejor dile ¿Qué puedes perder ? Nada, solamente si te rechaza pero nada grave, o que pierdas su amistad pero nada grave, o que Ari te odie más por querer con su papá pero nada grave, o -. Fue interrumpido por el hechicero

- Si, ya entendí Auron, ya no hables -.

- Tranquilo Gafitas, solo intentaba ayudarte -.

- Pues no eres de mucha ayuda y deja de llamarme gafitas -.

- ¿Gafotas? -.

- No -.

- Ya se, solamente Gafas -.

- Te odio -.

- Yo también te quiero, Juanito, pero hablo en serio dícelo -.

El hechicero se quedó callado un poco - Lo pensaré, gracias por nada -.

- Cuando quieras, amigo -. Se despidió el de mechón amarillo con una gran sonrisa

Era un completo idiota, pero tal vez tenga razón

Ya se iba a adentrar de nuevo al Santuario cuando escuchó unos pasos en las escaleras, se esperó un poco para ver al científico subiendo

- Deberías de poner un elevador -. Dijo recuperando aire - ¿Qué haces a fuera? -.

El hechicero se puso nervioso, no pudo evitar pensar que él científico pensó que estaba ahí esperándolo - Es que.. Es que vino Auron y ya me iba a meter cuando llegaste -. Intentó evitar la mirada del científico

- Claro, bueno, ¿Tienes el cristal? -.

- Claro, esta dentro, voy por el -.

- No te preocupes, te acompaño -. Dijo y se metió al Santuario

El hechicero lo siguió todavía con las palabras del de mechón amarillo en su cabeza

Ambos ya estaban adentro y el hechicero le dijo al científico qué se quedará arriba mientras él bajaba y así fue

El científico miró el lugar como si fuera la primera vez que lo viera siendo que había estado ahí cientos de veces

Después de unos minutos el hechicero no subía así que el científico decidió bajar y por suerte estaba la puerta abierta

Se encontró con el hechicero intentando sacar algo de un cofre

- ¿Necesitas ayuda? -.

El hechicero al escuchar la voz se quiso levantar rápidamente pero como el lugar era tan estrecho se terminó pegando en la cabeza

- ¿Estas bien? -. Preguntó el científico acercándose a él

- Sí, si todo bien -. Dijo mientras se sobaba la cabeza - Es que no encuentro los cristales -.

- Es que no sabes buscar -. Dijo el científico en forma de broma - A ver, hazte para allá -. Con eso se metió en el pequeño lugar en el que estaba el cofre

Al ser el lugar tan estrecho y que el hechicero no se salió de ahí quedaron bastante cerca uno del otro

Pero ninguno se había percatado de eso ya que el científico estaba buscando los cristales

- Ves, te dije que no estaban -. Replicó el hechicero

- Cierra la boca -. Dijo el científico y unos segundos después sacó los cristales - ¿No qué no estaban? -. Sonrió victorioso

- Que presumido me saliste -. Ambos rieron y en ese momento fue cuando se dieron cuenta de la cercanía que tenían con el otro

- Sí.. Sería mejor volver a subir -. Volvió a hablar el hechicero

- Sí, es buena idea -. Respondió el científico

No pasó nada

- Entonces, subamos -. Volvió a hablar el hechicero ya con un tono de nerviosismo en la voz

Ninguno de los dos se movió de donde estaba, simplemente se miraban uno al otro pero ninguno se movía y no querían hacerlo

La altura que se llevaban no era mucha, eran unos 5cm si no que menos

El hechicero no se movía, el coraje que reunió la última vez y fue interrumpido le habían quitado las ganas de volverse a arriesgar

El científico se le quedó viendo un poco más de tiempo inspeccionando la cara del hechicero con mucha delicadeza

Cuando menos se lo esperó se le acercó lentamente al hechicero así juntando sus labios en un beso lento el cual el hechicero no tardó en corresponder