I feel you : Chaipunk

☆; 16

Pasaron unos días, el grupo de amigos solía salir a varias salidas juntos y hoy sábado era una de ellas.

Claro que faltaba un integrante del grupo.

– ¡LOS VOY A VENCER A TODOS USTEDES! – exclamó un Karl de pie encima del sofá con un control de una nintendo.

– ¡YA TE DIJE QUE BAJES TUS MALDITOS PIES KARL! – gritó una Gwen furiosa golpeando una de las piernas de su amigo.

– ¡Espera! Ya voy a terminar la tercera vuelta. – ¿Vuelta?

Karl, Miles, Gwen y Pavitr estaban jugando Mario Kart en casa de la rubia.

Karl estaba en primer lugar, Miles y Pavitr estaban peleándose por el segundo lugar y Gwen pues... hubo dificultades en la carrera.

– ¡VEN A MI, META! –

– No lo creo Karl. – dijo una rubia con una sonrisa.

– Eso dile a tu... ¡AY CARAJO! – había visto un caparazón azul yendo hacia él.

Todos rieron al ver eso pero nadie sabía incluso si alcanzaría la meta antes de que llegara aquel objeto.

– Ya casi llego... No me falles señor. – empezó a rezar internamente.

Claro que no sirvió eso para nada.

Le había dado justo a unos centímetros de la meta.

– ¡Rápido recupérate mierda! – entonces Miles y Pavitr pasaron la meta final pero Morales fue más rápido que Prabhakar.

– ¡Gané! ¡Te gané amigo! – pav al escuchar esas palabras miró hacia abajo mientras agarraba su cabeza, odiaba el segundo lugar.

– ¡Pero déjenme pasar! – lloriqueo un Karl, pues antes de recuperarse otro y otro y otro lo pasaban por encima, era una pesadilla para él.

Incluso Stacy pasó antes que él, haciendo que el muchacho quedara en décimo lugar.

Todos se rieron de él, estaba frustrado ahora.

– ¡Se acabó! Te toca Riri, necesito tomar algo. –

– Eres un mal perdedor, eso es lo que pasa. – comentó la rubia con una sonrisa.

– "Mil pirdidir" todo era una plan para que ganara tu novio. – se había levantado y fue hacia la cocina en busca de algo.

– Oye pero aquí tienes tu vaso – Riri se había sentado en el lugar de su amigo, era su turno de jugar.

– Lo sé pero ¿Tu papá no tiene algo de alcohol Gwen? –

– ¡Deja las botellas! Mi papá va matarme. – silencio.

– Este se ve fuerte. –

– ¡KARL! – se levantó rápidamente la baterista para ir con su amigo alcohólico.

El resto de los chicos empezaron a reír, sin duda era una situación bastante divertida.

Aunque el chico hindú se le notaba algo triste.

Sus amigos lo notaron.

– ¿Estás mal por Hobie? – cuestionó Riri.

El menor suspiró.

– Si, lo extraño y mucho. –

– Solo no se verán hoy. – está vez habló el puertorriqueño.

– ¡Lo sé! Pero lo extraño. –

– Tranquilo, él está con su abuela junto con destructor. – Miles soltó una risa ahogada.