pretty when you cry ; sunsun

i've got much more than that, like my memories

El viaje a casa no fue tan incómodo.

O eso quería pensar el omega.

La mayoría del tiempo hubo lapsos donde anduvieron en completo silencio. Heeseung se esforzaba por mantener viva la conversación, más Sunoo era tan tímido como para responder más de tres palabras.

Tal vez otra persona estaría un poco molesta por la actitud que tomaba el omega, pero para Heeseung era lindo aunque sea compartir un pequeño momento con Sunoo.

Cuando el auto giro en la última esquina y el castaño pudo vislumbrar su edificio a lo lejos, soltó un suspiro de alivio. Fue un viaje rápido, por lo que podría dormir temprano y descansar mucho más, estaba feliz por ello.

El lujoso auto disminuyó la velocidad y aparco al lado de la acera, Sunoo estaba apunto de agradecerle al alfa por el aventon, cuando de repente vio algo que lo paralizó por completo.

Sunghoon.

Sunghoon estaba justo enfrente al auto, sobre la acera, se encontraba recargado en su motocicleta, con una pequeña luz naranja entre sus dedos que cada tanto se llevaba a los labios, humo siendo expulsado por sus fosas nasales.

Su mirada oscura iba directamente al asiento del copiloto, donde se encontraba el omega, aún si los cristales del auto eran polarizados.

El dulce aroma de Sunoo le indicaba la dirección correcta.

Heeseung inmediatamente supo que algo andaba mal. En el momento en que el castaño se tenso por completo al ver al extraño que fumaba frente a ellos.

Un ceño fruncido adornaba el rostro del alfa, no podía dejar al omega solo con ese tipo ahí.

"Te acompañaré a la entrada." Dijo con tono firme al mismo tiempo que apagaba el motor del automóvil.

"No es necesario señor Lee, puede irse." Sunoo giro rápidamente el rostro para mirar a Heeseung, era palpable el nerviosismo en su mirada y su aroma pronto empezaba a picar en la nariz del alfa.

"Salgamos." El mayor intento abrir la puerta pero una pequeña mano en su antebrazo lo hizo detenerse.

"Señor Lee, todo está bien, váyase. Por favor." El omega lo miró con ojos suplicantes que pronto se iban llenando de lágrimas, nunca había visto al castaño con una expresión así en su bello rostro, por lo general mantenía una expresión neutra y cuando era necesario se obligaba a sonreír forzadamente, pero verlo tan angustiado hizo que una punzada se instalará en su pecho de manera dolorosa.

El alfa apretó con fuerza el volante bajo su palmas, al punto que sus nudillos se volvieran blancos, algo le decía que si intervenía solo le ocasionaría más problemas al afligido omega.

"Esta bien, me iré, pero llámame si ocurre algo, sin importar que". El alfa miró al omega con sus grandes ojos teñidos en preocupación, decía la verdad, el vendría a la hora que sea si el omega se lo pidiera.

"Le agradezco señor Lee". Sunoo le dedico una pequeña sonrisa, apenas y las comisuras de su boca se levantaron un poco, le agradecía su preocupación pero lo mejor era que los dejara solos, el conocía a Sunghoon y sabía de lo que era capaz cuando no se encontraba en sus cinco sentidos y por la hora, sospechaba que ya estaba fuera de si.

Sin más el pequeño omega se deshizo del cinturón de seguridad y abrió la puerta del copiloto saliendo con pasos apresurados. Todo bajo la atenta mirada de Heeseung, pudo observar el claro temblor en sus delgadas manos.

Observo como el alfa desconocido sujeto a Sunoo de las caderas con fuerza para pegarlo a el, el como tomo su barbilla de manera brusca para que lo mirara, mientras recitaba palabras que no podia escuchar, el omega mantenía sus temblorosas manos en su pecho y dejaba delicadas caricias, como si intentará calmar la furia del tipo.