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03

...y me abraza, me tiene por mi corazón...

BeomGyu estaba de tan mal humor que nadie quería molestarlo, así que TaeHyun decidió mantenerse en silencio durante la cena en ese lujoso restaurante.

El Alfa le había enviado un mensaje a mediodía, diciéndole que se juntaran allí para comer y que se pusiera algo bonito. TaeHyun esperaba obtener alguna recompensa con esa salida, quizás una nueva camiseta o algo así, pero desde que llegó notó el humor del Alfa. Su cara estaba ensombrecida, sus labios formando un rictus molesto, y apenas le dijo algo cuando llegó.

Normalmente, BeomGyu le decía que se veía bonito, aun cuando no pusiera mucha energía en su aspecto. Si se esforzaba, como hizo esa vez, BeomGyu le sonreía y le decía que se veía deslumbrante y sexy. Ahora apenas le dirigió una mirada.

De seguro le fue mal en un negocio o surgió algún obstáculo en su enorme red de tráfico. Por lo que sabía TaeHyun, BeomGyu tenía contactos con la mayoría de los países asiáticos y estaba entrando al mercado norteamericano. TaeHyun se imaginaba que no era algo sencillo.

Para su fortuna, el Alfa tenía una sala reservada para su cena, donde solo podían entrar las personas solicitadas, así que no había gente mirando el aspecto aterrador de BeomGyu. Además de que nadie miraba feo a TaeHyun por estar allí. TaeHyun ya se había acostumbrado a ese tipo de miradas, pero si podía ahorrárselas, mucho mejor para él.

— Gyu, ¿te sientes bien? — preguntó, tratando de poner un tono suave para no enfadarlo más.

— Un montón de mierda — gruñó el Alfa —, no quiero preocuparte por eso, precioso.

TaeHyun permaneció en silencio, porque BeomGyu tenía algo de razón en ese sentido: mientras menos supiera el Omega, era mejor para él. El mayor no solía hablarle sobre sus negocios en particular, solo a grandes rasgos para no involucrarlo, no luego de lo que ocurrió unos meses después que TaeHyun se fuera a vivir al hogar de BeomGyu.

A él no le gustaba recordar ese episodio, porque fue un trauma. TaeHyun llevaba solo tres meses allí, ya medio acostumbrado a ese nuevo estilo de vida, y aprovechando que BeomGyu estaba en uno de sus trabajos, salió a comprarse cosas para pasar el tiempo. Iba sin compañía alguna y eso bastó para que unos malditos imbéciles casi lo atropellaran y subieran a una camioneta negra, donde cubrieron su rostro con un saco negro, atando sus manos.

TaeHyun trató de mantener la calma, aunque el pánico crecía y crecía en su interior. Ya se daba por muerto, ¿cómo no? Por lo poco que escuchaba, estaban hablando de Choi y el trato que podrían hacer ahora que le tenían a él, pero TaeHyun iba a llorar por la histeria. ¿Cómo esos idiotas podían creer que BeomGyu haría algo por él? ¡Era una puta!

No supo cuánto tiempo estuvo en esa camioneta, que se detenía por momentos, pero en un punto lo bajaron y empujaron hacia un bodegón, donde lo sentaron y ataron a una silla. TaeHyun empezó a balbucear y rogar, pero esas personas -Alfas y Betas, pudo reconocer- lo golpearon a pesar de sus súplicas. Santo Dios, estaba más que muerto, literalmente. Incluso les dijo que le soltaran, que él no valía nada, que Choi jamás lo iría a buscar porque él solo le complacía sexualmente, pero eso pareció enojarlos más, porque volvieron a golpearlo e incluso amenazaron con violarlo.

Pasó una eternidad hasta que lo movieron otra vez, adolorido y sangrante, y lo sacaron al exterior con otro saco negro en la cabeza. Una ráfaga de aire fresco lo estremeció y adivinó que ya era de noche, porque él salió con ropa ligera por ser primavera, pero ahora sentía el frío.

— Quiero verlo.

Casi rompió a llorar cuando escuchó la grave voz de BeomGyu, algo lejana a él, pero lo suficientemente cercana como para saber que estaba allí. Entonces le quitaron el saco y trató de acostumbrarse a la poca luz, porque ya era de noche.