¨El misterio de Newterman¨

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En los rincones más oscuros de la pequeña ciudad de Newterman, se esconde una leyenda susurrada en tono temeroso por sus habitantes. Se cuenta que hace muchos años, un hombre llamado Edgar Storm vivía en una siniestra mansión al borde del bosque. Se decía que era un ermitaño y que practicaba artes oscuras en busca de la inmortalidad. A medida que los años pasaban, su existencia se volvía más misteriosa y su presencia se convirtió en motivo de desasosiego para los lugareños.


La leyenda afirmaba que aquellos que se aventuraban cerca de la mansión de Storm nunca volvían a ser vistos. Susurros inquietantes hablaban de sombras alargadas que acechaban entre los árboles, y de luces tenues que brillaban en las ventanas más altas de la mansión durante las noches de luna llena. Aunque algunos eran escépticos y consideraban tales historias como meras fábulas para asustar a los niños, la mayoría prefería evitar el lugar y mantenerse lejos de la mirada vigilante del solitario Storm.


Un día, un periodista llamado Benjamin llegó a Newterman, atraído por la enigmática historia que rodeaba la mansión de Edgar Storm. Decidió investigar y descubrir la verdad detrás de las leyendas. Armado con su determinación y un candelabro que emitía una tenue luz, se aventuró hacia el bosque al atardecer.


Las ramas retorcidas y las sombras alargadas del bosque parecían cobrar vida mientras Benjamin avanzaba con cautela. Cada crujido de hojas secas bajo sus pies le hacía saltar el corazón. Después de lo que parecieron horas de caminar, finalmente divisó la siniestra mansión al borde de la maleza. La mansión, en ruinas y envuelta en una penumbra amenazante, parecía mirar con desdén a cualquier intruso valiente que se atreviera a acercarse.


Benjamin entró en la mansión, y sus pasos resonaron en el suelo de madera podrida. Las paredes estaban cubiertas de enredaderas y polvo, y el aire estaba cargado de una sensación inquietante. Mientras exploraba las habitaciones decadentes, el candelabro iluminaba solo lo suficiente para revelar las formas fantasmales de muebles olvidados y telarañas que colgaban del techo.De repente, un murmullo susurrante llenó el aire. Benjamin sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral. Siguió el sonido, que parecía guiarlo hacia las profundidades de la mansión. Las sombras parecían moverse, como si fueran cómplices de una entidad desconocida. El periodista se encontró frente a una puerta entreabierta, de la que emanaba una tenue luz titilante.


Con el corazón en la garganta, Benjamin empujó la puerta y entró en una sala que parecía detenida en el tiempo. En el centro de la habitación, un pentagrama brillaba en el suelo, rodeado de velas encendidas. En el rincón más oscuro de la sala, una figura encapuchada estaba inclinada sobre un antiguo libro. Era Edgar Storm, más viejo de lo que cualquiera podría haber imaginado.El ermitaño levantó la mirada hacia Benjamin con ojos que brillaban con una oscuridad sobrenatural. "Has venido buscando respuestas, ¿verdad?", dijo con una voz que parecía resonar desde las profundidades del abismo. Benjamin asintió, incapaz de apartar la mirada de aquellos ojos penetrantes.


Edgar Storm comenzó a contar su historia, revelando cómo había buscado la inmortalidad a través de artes prohibidas. Había sacrificado la vida de otros en su búsqueda de poder, y finalmente había logrado prolongar su propia existencia a costa de su humanidad. Había abierto una puerta a lo desconocido, atrayendo a entidades sombrías que acechaban en los rincones más oscuros de su mente.Mientras Storm hablaba, las velas comenzaron a parpadear y las sombras se retorcieron en la habitación. El aire se volvió más denso, y el pentagrama en el suelo parecía vibrar con una energía inquietante. Benjamin se dio cuenta de que había entrado en algo mucho más oscuro de lo que había anticipado.


De repente, las sombras se elevaron, tomando formas amenazantes y humanoides. La habitación resonó con risas maliciosas y murmullos incomprensibles. Storm extendió sus brazos hacia el pentagrama, y las sombras parecieron obedecer sus comandos. La sala se llenó de un caos sobrenatural mientras las sombras danzaban alrededor de ellos.Benjamin retrocedió, pero estaba atrapado en la sala, rodeado por las fuerzas oscuras que se habían desatado. Con el candelabro en mano, luchó por mantener la luz y la esperanza en medio de la oscuridad. Sus manos temblaban mientras las sombras se cerraban sobre él, amenazando con devorarlo.


En un momento de desesperación, Benjamin recordó una leyenda que había escuchado en su investigación. Según la historia, la única forma de romper el control de Storm sobre las sombras era encontrar un relicario perdido que contenía un fragmento de su humanidad original. El periodista buscó en la habitación, desesperado por encontrar el relicario que podría salvarlo.Justo cuando las sombras estaban a punto de engullirlo por completo, Benjamin encontró un antiguo cofre escondido bajo un montón de polvo y libros. 

Lo abrió y reveló un pequeño amuleto dorado en su interior. Con un acto de valentía, sostuvo el amuleto en alto, invocando una luz pura y cegadora que dispersó las sombras y debilitó el control de Storm sobre ellas.

La mansión tembló y se estremeció, como si la batalla entre la luz y la oscuridad hubiera desencadenado una tormenta sobrenatural. Las sombras se retorcieron y se desvanecieron en la nada, y Storm cayó al suelo, debilitado por la pérdida de su poder. El amuleto había logrado romper el vínculo que lo mantenía atado a la oscuridad.Benjamin salió tambaleándose de la mansión, el amuleto todavía en su mano. A medida que se alejaba, la mansión de Storm comenzó a derrumbarse, su influencia maligna finalmente desterrada. El periodista nunca olvidaría esa noche de terror y suspenso, y cómo había enfrentado fuerzas más allá de la comprensión humana.La leyenda de la mansión de Edgar Storm continuaría siendo contada en Newterman, pero ahora con un nuevo capítulo: la historia del intrépido periodista que desafió la oscuridad y devolvió la luz a un lugar asolado por el miedo. Y mientras el tiempo pasaba, la historia se convertiría en un recordatorio de que, incluso en las sombras más profundas, la valentía y la esperanza podrían prevalecer sobre el terror más oscuro.

Entre sombras y secretosOnde histórias criam vida. Descubra agora