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Hoseok compró su tercera taza de café en lo que iba el día, simplemente no pudo pegar un ojo después del suceso de anoche, simplemente todo le pareció tan extraño, ¿por qué el hombre decidió seguirlo hasta su departamento para darle la llave?

Simplemente el miedo se apoderó de él en pensar que el desconocido pudo haber entrado a su casa de la nada.

—Insisto, parece que viste un muerto. —, Hoseok gritó del susto para después tocar su pecho al ver que era Jungkook.

—¿Te encuentras bien?, te ves cansado.

—Me veo y lo estoy, no he dormido nada.

—¿Culpa de tus vecinos?

—¿Qué?, no, por primera vez, no, ¿te acuerdas del hombre con quién choqué?

—¿Si?, ¿qué tiene?

—Ayer, cuando llegué a mi departamento, no encontré las llaves de mi casa y... de la nada salió ese hombre con las llaves en sus manos, dijo que se me cayó y confundió con sus llaves con las de su coche, Jungkook, me dio miedo.

—¿No crees que eres un poco paranoico?, capaz realmente no te encontraba.

—Sí, pero me siguió hasta mi departamento, Jungkook, eso no es normal.

—Ya, cálmate.

—Te estoy diciendo que un hombre que no conozco en lo absoluto me siguió hasta mi casa y tú me dices paranoico.

—Mi cielo, sólo te digo que capaz él fue amable y al no encontrarte al restaurante decidió llevarte hasta tu departamento, ¿te dio la llave, no?

—Sí...

—¿Entonces de qué tienes miedo?, no tiene la llave de tu departamento y sabes que bien que el dueño no se lo dará si no es con aceptación tuya. —, Hoseok tomó aire para después asentir y relajarse más.

—Sí, lo siento, me alteré por nada.

—¿Por qué no regresas para dormir?, realmente te ves cansado.

—Sí, creo que sería lo mejor, sí, te escribo luego. —, Jungkook asintió para después ver a su amigo irse, Hoseok no perdió tiempo e inmediatamente tomó un taxi para ir hasta su casa, realmente que estaba cansado, pero vamos, ¿quién dormiría después de algo como eso?

Una vez llegó a su edificio, notó por su puerta una pequeña nota, tomó ésta para así abrirla y ver lo que tenía escrito.

"Eres tan hermoso"

Hoseok miró a sus costados confundido, inmediatamente fue a recepción viendo al hombre que trabajaba ahí viendo algunas cosas en la computadora.

—Uhm, ¿hoy vino alguien a verme?

—Buenos días, no, nadie vino, sólo los vecinos de siempre, ¿por qué?

—No... por nada, gracias. —, Hoseok tiró la nota al basurero y luego subió a su departamento para así entrar y encerrarse y poder descansar, se sentía tan raro, ¿quién dejaría una nota como esa?, podría ser una broma de uno de sus vecinos, fácilmente, podían ser uno de sus vecinos.

Era las ocho de la noche y ya empezaba a llegar gente, Hoseok en serio que no entendía cómo es que entre más frío hacía, la gente pedía cosas como café helado, té helado, ¿qué les pasaba?, más encima estaba lloviendo.

—Aquí, su pedido. —, Hoseok escribió algo por la tapa y luego se lo dio con una sonrisa, tenía que ser amables con todos.

—Hola, ¿podrías darme un latte simple con una galletas de chocolate?

—Claro, en seguida.

Hoseok comenzó a preparar, notó que era casi el último cliente, lo cual, lo agradecía, ya que desde que inició no dejó de hacer pedidos.

Una vez entregó el pedido y el hombre se fue, comenzó a limpiar las mesas, escuchó nuevamente la campana avisando que alguien entraba y entonces giró viendo al mismo hombre de la noche anterior.

Algo dentro suyo se removió, el ambiente cambió a uno más tenso.

Rápidamente fue a su puesto para poder tomar el pedido.

—S-su pedido... —, tomó la pluma y un papel para después poder anotar lo que el hombre quería, más, no pidió nada.

—Su... pedido, por favor.

—No quiero nada. —, Hoseok levantó la cabeza para después asentir suavemente y dejar el papel a un lado, el hombre sólo fue a sentarse, Hoseok siguió con su trabajo de limpiar.

Pero el hombre lo estaba mirando, no dejaba de mirarlo y eso lo hizo sentir tan incómodo.

—Vamos... vamos a cerrar en unos minutos.

—El café está abierto hasta las doce con treinta minutos, son las ocho con doce, ¿por qué me mientes? —, eso empeoró la situación de Hoseok, quien por la vergüenza se puso rojo.

—No me mientas, no me gusta la gente que me miente... nunca me han gustado.

Hoseok asintió rápidamente para seguir rejuntando las cosas de las mesas, su cuerpo estaba en alerta sin saber por qué, algo le decía que tenía que estar preparado para cualquier cosa.

La tensión, el ambiente era tan abrumador.

—Traeme un café normal, sin azúcar.

—Claro.—, Hoseok fue casi corriendo para preparar el café, pero tuvo que ir a dejar lo que usó para limpiar las mesas en un casillero que estaba en otra puerta.

Pero cuando volvió a salir el hombre estaba dentro de su área de trabajo, en frente de la puerta.

—Se te cayó tu pulsera. —, el corazón de Hoseok iba a mil por segundo.

El hombre lo miraba fijamente sin parpadear mientras sostenía la pulsera entre sus largos dedos, y con una sutil sonrisa extendió sus dedos con la pulsera.

Necesita hacer tacto con el chico.

Stalking [Vhope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora