One Shot

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Aether ha pasado unos días terribles, los peores desde que llegó a Teyvat y lo dejaron bastante lleno de desgracia.

Primero tuvo su particular encuentro con Lumine, no solo descubrió que ella está en Teyvat, si no su unión al Abismo para convertirse en la princesa; sus mensajes tan crípticos solo lo marearon y le dejaba una parte de la historia aún por descubrir de este mundo.

Pero a él no le importa en absoluto nada eso, solo está viajando por ella y volver a estar juntos...pero desafortunadamente no pareció llegar a su corazón, Lumine tampoco puso de su parte y a Aether eso le dolió porque no la reconocía.

Para colmo, debía encontrar una forma de entrar en Inazuma y se le estaba complicando más de la cuenta por culpa del cierre de fronteras.
Decidió relajar la mente y pensar con más claridad si regresaba a Mondstadt, no estaba lejos.

Aquí entra el segundo problema.

Quería ver a la criada de Favonius, la chica a la que le declaró su amor y sorprendentemente fue correspondido, esperaba encontrar algo de consuelo por parte de la bella chica de ojos verdes cuando estuvieran hablando.

El problema es que Noelle no le dió ese tiempo, ni un solo minuto, apenas cuando podían contar el tiempo para si solos, llegaba un infortunio separándolos siempre. No estaba en los planes de Aether que las cosas fueran así.

Sabía del trabajo de Noelle y su objetivo, pero para él...estaba resultando ridículo a este punto, cuando alguien la solicitaba o necesitaba una mano, la criada de los caballeros saltaba al deber en medio de su cita.

"¿Qué dices?, ¿qué parezco un robot?...no lo creo, una máquina realiza trabajos solo porque se le asigna. Yo en cambio lo hago por voluntad y deber, además tengo sentimientos, Aether".

¿Cuál es la diferencia de todas maneras?, es lo que trataba de responderle.

Necesitaba decirle lo que pasó, quería escucharla, pero todo el rato solo le contaba sobre su espera por el exámen de los caballeros.

Es como si la única persona que él consideraba que estaba consciente de su existencia, prefiera estar todo el tiempo complaciendo a Mondstadt.

Había tanto que quería decirle, ya no se trataba de las aventuras en Liyue.
Aether estaba cansado de ver a Noelle dejándolo a un lado, sin darse algo de tiempo para si misma, sin descansar, pensando constantemente en ser una caballera.

Todo el trabajo que él había hecho en el pasado, no parecía tener ningún sentido ahora y Noelle no iba a cambiar nunca.

"Si ya falló más de una vez...¿cuál será ahora la diferencia para que no suceda lo mismo?, ¿cómo puedo yo cambiar algo?". Llegó a decirle Aether a Paimon mientras se metía dentro de la Relajatera para quedarse solo.

Ya resultaba imposible que cualquiera preguntara por su apatía, Aether forzaba una sonrisa mientras trataba de no recordar que las únicas personas que ama, prefirieron darle la espalda o mirar otros objetivos olvidándose de él por completo.

"Haré lo mismo, estas mini vacaciones fueron un desastre. Total, si nos vamos ahora tal vez Zhongli nos diga cómo atravesar Inazuma o algo se nos ocurrirá".

– Aether, ¿por qué te vas?, creí que íbamos a salir...hoy conseguí un receso para estar un rato a solas dónde quieras –. La adorable e inocente voz de la criada lo detuvo después de haber cruzado el puente de la ciudad y le cortara los pensamientos.

– Uno, dos, tres...en realidad ya he perdido la cuenta de las "citas" que teníamos estos días mientras estaba en Mondstadt, ¿cuántas logramos terminar? –. El chico contaba con los dedos, sin bajar la mano mientras esperaba la respuesta.

El Verdadero Valor que MerecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora