✹: Seungmin ya sabía que el infierno que era la tierra, aun así el chiquillo aún creía en cosas tan lindas como que el juntos para siempre existía o que algún día escaparían de aquel lugar, nadie tenía corazón para decirle que todo en lo que él creí...
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—¿En verdad lo estas?
—Lo estoy, Channie, no te preocupes —sonrió felizmente.
—Eso me alegra, pensé que este idiota iba a hacerte algo —señalo el cuerpo sin vida y extendio su mano.
Seungmin rápidamente la tomo para ayudarlo a levantarse del suelo.
—¿Qué pasará con él?
Christopher subió los hombros restando importancia —le diré a alguien que se encargue, no te preocupes.
—Si el señor Matthew se entera...
—¿Tú le dirás? —preguntó a manera de broma.
—N-no, claro que no —negó rápidamente —lo que menos deseo es que tengas problemas.
—Entonces estaremos bien —dijo sacando su teléfono de su bolsillo para llamarle a Changbin.
Ambos se trasladaron a un nuevo lugar, pasando por las habitaciones V.I.P. donde justamente estaba Jisung sentado en la enorme cama, tenía una bata puesta y estaba a la espera de su cliente, la ansiedad tenía rato instalada en su pecho, no sabía siquiera cómo comportarse frente al hombre que pagaría mensualmente por tenerlo a él el tiempo que quisiera.
La tarjeta de acceso sono, haciendo a Jisung sentarse derecho en la cama y cruzar las piernas en una pose "sexy."
—Hola —saludo al entrar a la habitación en un coreano perfecto.
—Hola... —saludo con una reverencia como hace tiempo no lo hacía.
—¿Puedo sentarme?
—Puedes hacer lo que quieras, pagaste por ello.
—Lo siento si esto te incomoda...
—Bueno, minimo no eres un viejo —sonrió intentando bromear.
—Soy Minho.
—Soy Peter —habló regresando al inglés.
—¿Ese es tu nombre real?
—Sip, Peter Bang —mintió, ninguno ahí podía proporcionar información real de ellos por si algún policía infiltrado andaba tras ellos.
—¿Acaso no eres coreano?
—La verdad es que lo único coreano que tenemos es el nombre del lugar, todos estamos aquí desde hace años, la mayoría de nosotros nos comunicamos en inglés.
—Suena lógico, ¿a qué edad llegaste a este lugar?
—Haces demasiadas preguntas, mejor dime de ti, ¿qué edad tienes?
—Treinta años.
—Eso quiere decir que me llevas trece años, ¿te gustan los pequeños?
—No —negó varias veces —me gustan mayores realmente. Tengo esposo y estamos pensando en adoptar a un pequeño.
