CHAPTER ONE

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  Cuando Jungkook pisó la fachada de la entrada de la escuela de su hijo, todos los padres y profesores presentes se extrañaron ante su presencia. Es decir, nadie que no fuese la directora conocía al tan respetado dueño de una de las líneas de maquillaje más emblemáticas del país. A simple vista, su porte elegante gritaba poder, y su mirada grisácea sólo exigía millones de explicaciones.

Al instante la directora salió a recibirlo, haciendo una tenue reverencia y guiandolo por los pasillos de la institución. Aquel colegio era enorme, lleno de cualquier cantidad de instalaciones que sólo los de alta clase podrían gozar. Jamás había tenido la oportunidad de estudiar en una escuela así, por ende, que su hijo pueda disfrutarlo le llenaba de una felicidad que se hallaba muy escondida en su pecho.

Podría hasta sonreír, si no estuviera hecho una tetera hirviendo en enojo.

—Señor Jeon, por aquí —La mujer se abrió paso en una de las oficinas al final del pasillo que reconoció como "coordinación", lo que le hizo soltar un bufido en protesta.

Su hijo no merecía estar en ese sitio.

Al entrar, hizo contacto visual con su criatura, quien le miraba con miedo. El pequeño podía sentir el aroma agrio de su padre esparcirse por todo el lugar, llamando la atención del otro niño quien se mantenía callado a un lado de su hijo. Tenía el labio roto y algunos rasguños en su cuello.

—Tome asiento

Acató la orden de la mujer, sentándose en el asiento vacío en la oficina. Fue entonces que cayó en cuenta de la presencia del hombre a su lado. Este ni le miró, pero parecía estar enojado. Olía mucho más fuerte que él, y supo diferenciar el aroma.

Era un alfa líder.

Y no cualquiera, porque estaba ante el dueño de las empresas de maquillaje Kim, la más grande del país. Ese alfa formaba parte de su competencia en el mundo del maquillaje y eso le daba justo en las bolas.

Sabía que ese colegio era perfecto para que las familias de poder inscribieran a sus herederos, pero que ese hombre estuviera ahí le pareció sumamente descabellado.

—Al punto, directora —atacó, cruzándose de brazos y piernas de forma elegante, dándole algunas miradas fulminantes al hombre a su lado. De seguro ese era el padre del mocoso que había molestado a su cría.

—Tu hijo lastimó a mí hijo.

A Jungkook casi se le salen los ojos cuando oyó la voz de aquel sujeto. Parecía rozar la voz de mando y le miraba con dagas en los orbes, totalmente consumido por la ira.

—Algo tuvo que hacer tu hijo para que mi niño haya reaccionado así —atacó inmediatamente, recibiendo una mirada fulminante por parte del alfa.

—Mi hijo solo quería jugar con él y tu cría lo atacó —prosiguió el alfa, mirando ahora al Jeon menor. Este se hallaba en silencio, observando sus pies de manera distraída—, deberías enseñarle a ser educado con otros niños.

Entonces Jungkook no pudo soportar la reprimenda del hombre, levantándose abruptamente de su asiento, enfrentandole con desdén mientras golpeaba el escritorio de la directora con las palmas de sus manos. A todo esto, la mujer se mantenía asustada por el aura en su oficina, incluso sus piernas temblaban al oler el agrio aroma del alfa rubio.

Ante su posición amenazante, el alfa no respondió de igual forma, sólo se mantuvo quieto en su asiento, mirandole con cara de pocos amigos.

—Disculpense y lo olvidaré.

Ambos Jeon le miraron con asombro e incredulidad. En la mente de Jungkook eso sonaba como un chiste de mal gusto, pero la mirada que le ofreció el hombre le hizo saber que era todo menos eso.

|FATHER AND D$D| TKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora