Solo es otra historia VegasPete....

Terminamos

Pete, Vegas y Macao nuevamente están juntos, Macao regreso y no se a despegado de su teléfono.

Vegas no es idiota sabe que Macao habla con alguien pero no sabe quién es.

—Deberiamos comprar comida, yo y este bebé nos morimos de hambre— Pete a tenido unos días buenos, a pesar del triste diagnóstico ellos mantienen la esperanza.

—Esta bien— Vegas contesta y los tres se van a un restaurante.

Macao no suelta su teléfono y si lo hace cada cierto tiempo lo toma teclea unas cuantas veces y lo bloquea después.

—Pasa algo?— Vegas lo mira serio.

—No—avao responde.

—Vegas déjalo tener privacidad— Pete lo reprende.

—No lo mimes, Macao si estás saliendo con alguien dímelo, recuerda que aún eres joven y debes cuidarte de no tener un embarazo adolecente, los bebés no son un juego— Vegas habla tranquilo.

—Se que el condón es importante si, no soy un irresponsable— Claramente Macao si es un irresponsable pero no va a admitirlo mucho menos frente a su hermano.

—Estamos en un restaurante quieren calmarse— Pete está un poco avergonzado los hermanos no tienen descencia ni vergüenza.

—Te quejas como si tú no tuvieras sexoy producto de eso este resultado— Macao se defiende.

—Oigan no me interesa quien tenga qué, se callan y piden algo de comer o me largo— Pete responde molesto.

—esta bien no hablaré más del tema, espero que ese chico te cuide bien o me encargaré de matarlo— Vegas se queja.

Macao toma su celular y se levanta de la mesa para llamar a Arm.

—Te dije que me llamaras— la voz de Arm es de queja.

—Te dije que estoy con mi hermano— Macao responde.

—No te creo, mándame una foto de tu hermano— Arm se porta paranoico.

—Oye ya cálmate, no tengo por qué decirte cada 5 minutos dónde diablos estoy, sabes que terminamos no te quiero cerca de mí— Macao termina la llamada.

Siente un leve mareo y la preocupación subiendo por su espina dorsal.

—Todo bien?— Pete coloca su mano en el hombro de Arm.

—Termine con él— Responde Macao.

—Y estás bien?— Pete está preocupado.

—No lo sé— responde Macao sincero.

—Tal vez lo puedan resolver— Pete le acaricia la espalda.

—No lo sé es muy posesivo, me gusta es atractivo muy inteligente pero creo que no supe realmente en que me metia— Macao responde.

—Tu hermano es igual, tal vez solo necesitan conocerse bien— Pete acaricia su vientre.

Macao se pone a pensar pero aún se siente confundido.

Pete regresa a la mesa y Macao se lleva las manos instintivamente al estómago, no tomo la pastilla del día siguiente a pesar de que dijo que lo haría.