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Hace tiempo en un pueblo ubicado en colorado existian dos amantes, un chico pelirrojo con ojos color Esmeralda, una nariz curiosa, flaco, alto, y otro algo regordete con un pelo castaño, ojos bicolores, una nariz respingada, y un poco más bajo.

Estos dos chicos se llamadas "Kyle Broflovsky" y "Eric T. Cartman" Ambos chicos se creia que eran enemigos pero tiempo después algo fue creciendo dentro de ellos, provocando un sentimiento llamado.

Amor

Ambos chicos llevaban una linda relación pero había un problema... Sus padres, por los padres del chico regordete no había mucho problema, pero del lado del chico pelirrojo era otra cosa, sus padres eran conservadores y el no había salido del clóset por miedo a lo que le fueran a decir.

Por esos días varios animales de granja estaban muriendo y la gente pensó que este suceso era culpa de los vampiros.

Unos monstruos altos, pálidos, con dientes puntiagudos y afilados, estos seres tenían una extraña obsesión con la sangre ya que si no la tomaban llegaban a morir y hacerse cenizas, su debilidad era el agua bendita, y armas blancas, también el sol, pero este solo dañaba su piel sin llegar a ser mortal.

Uno de esos días en la casa del pelirrojo por afuera se escuchaban a las personas del pueblo enfadas, exigiendo que el pelirrojo saliera.

Resulta, que en la parte de atrás se había encontrado un pierna de vaca y los habitantes habían deducido que el pelirrojo era el culpable de esto ya que este poseía dientes afilados al igual que el resto de su familia.

Los padres asustados trataban de calmar a las personas mientras el pelirrojo estaba arriba oculto en el armario de su habitación, cuando de pronto se escuchó como abrían la puerta de la habitación, dejando ver a un chico de piel morena y un cabello negro, este chico era David, uno de los amigos del pelirrojo el cual había entrado a buscar al pelirrojo.

-Kyle, vamos, sal de donde sea que estés, no te haré nada -Dijo mientras miraba bajo la cama,al no verlo se dirigio al armario, donde encontró al pelirrojo temblando de miedo.

-Con que aquí estabas, rata pelirroja -Dijo con un tono molesto y burlón en su voz que hizo temblar más al pelirrojo quien le comenzó a rogar que no lo delatara.

-David vamos, tu y yo somo a-amigos no? Porfavor, no le digas a nadie que estoy aquí, te lo ruego -Dijo con cierto tono temeroso, David cerro la puerta del armario y escuchó como se dirigió a la puerta.

El pelirrojo suspiro con tranquilidad, se había salvado! Sabía que su amigo nunca lo traicionaria... O eso era lo que pensaba hasta que escucho palabras que hicieron que su interior temblará.

-ESTA AQUÍ!

Con esas simples palabras sabia que su fin había llegado, no había escapatoria, hiba a morir, sin poder despedirse de su amado.

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Ahora mismo estaba ahí, atado de los pies y manos en un palo con algo de paja abajo de el, lista para arder junto a esta misma, solo puedo dirigir su vista al frente.

Al hacerlo lo encontró... Encontró esos ojos que tantos amaba... Lo encontró a él solo vio como esos ojos que tanto amaba y apreciaba eran llenados por lagrimas... mientras se quemaba lentamente por el fuego, escucho la voz de su amado decir su nombre por última vez...

Sweet blood [Kyman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora