Sospechas

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¿Y si...?

Algo hizo que me doliera la cabeza, cerré los ojos y luego miré de nuevo a los héroes. Esa sensación de algo familiar en ellos no se fue, sin embargo ya no encontré nada que se relacionara con la gente que conocía, por lo menos de Ladybug, porque cuando vi a Chat Noir, una imágen de Adrien se hizo presente. Guardé rápidamente mi celular y me fui corriendo al bote.

-¡JULEKA!- Bajé lo más rápido que pude y azoté la puerta del camarote de mi hermana. -No hay nadie...- Me fui a mi pieza pensativo.

-No... Adrien ¿siendo Chat Noir? Ambos tienen el mismo color de cabello, el mismo corte, las mismas facciones... el mismo cuerpo... pero... no... agh!- Me acosté en la cama con el brazo en la frente. El parecido es demasiado, pero aún no lo sé con certeza, no debería sacar conclusiones tan rápido.

Miré una última vez las noticias. Chat Noir y Ladybug habían entrado al Louvre junto con la villana. Esto va a tardar. Apagué el teléfono y lo puse en la mesa de noche, luego cerré los ojos y traté de dormir.

...

La pelea estaba siendo dura. Mi Lady y yo ya estábamos cansados, esa tal "Riposte" era como un dolor en el... sin embargo era Kagami quién estaba detrás de esa villana, además no la conozco tan bien, no debo hablar así de ella... pero sigue siendo una patada en el...

-Chat, ¡Chat! Hey, ¿sigues ahí? No te pierdas en tus pensamientos ahora, gato. Estamos peleando, te necesito aquí- Ladybug chasqueó los dedos frente a mi cara. Ella me miró molesta, ¿ahora que se supone que hice? Todo lo que hago le molesta.

-Si, si, ya estoy de vuelta ¿Tienes un plan, Mi Lady?- Pregunté mientras me apoyaba en el bastón. Ella me miró sin ninguna expresión en el rostro, luego invocó a su amuleto encantado. Ella me ignoró... ouch.

-Gatito, dame tu cinturón, por favor. - Ese "gatito" y ese "por favor" no me sonaron muy amables, pero no dije nada y le di mi cinturón, me sentí desnudo sin el. Este traje está muy pegado.

Mi Lady efectuó su plan y liberó el akuma, luego lo atrapó y purificó, ya saben, lo de siempre, nada nuevo ¡Aah! Que aburrido.

-¡Ay! Si es cierto, Adrien, se me olvidó, ¿dónde estará?- Abrí los ojos espantado, yo también me había olvidado de mi.

-Ah, eeeeh, supongo que se escondió. Bueno, Bugaboo, me largo, tengo otros asuntos que atender- Le guiñé el ojo, ella me vio mal... ouch, otra vez.

-Si, si, ya pues, vete- ¿Saben? Ya me estoy cansando de su actitud cortante, con todos es "Ay, la señorita perfecta. La que nunca maldice, ñiñiñiñi". Creo que tiene algo en contra de mi y de Chloe porque siempre nos contesta y nos mira feo ¿no creen?.

Me largué del Louvre. Nah, mentira, me escondí detrás de un gato egipcio y me destransformé, volví a ser el niño bien portado. Se supone que la tal Riposte me quería para una venganza, ¿saben? Me cansé de estarme transformando y destransformandome todo el rato para hacer mi coartada y creo que Plagg igual.

-Dame queso. Anda, corre que me muero de hambre.- Dijo mi kwami, Plagg. Él me agrada... si no lo hiciera ya lo hubiera dejado sin su preciado queso.

-Ya, ya, aquí está tu Camembert.- Dije mientras me tapaba la nariz por el asqueroso aroma que despedía esa cosa. Sigo preguntándome si es comestible.

-Mm, que delicia. Que bueno que no te gusta, así lo puedo disfrutar mejor. Gracias Adrien- Reí y un poco y le dije que se escondiera rápidamente, ya tenía que hacer mi acto de presencia ante My Lady y Kagami.

-Ah, Adrien por fin te encuentro ¿No te pasó nada? Estás bien, ¿verdad?- Dijo Ladybug un poco exaltada, la vi muy preocupada... eso me agradó pero a la vez me hizo sentirme asfixiado.

-No te preocupes Mi... digo, Ladybug, estoy bien- Por más que me hubiera gustado que la sonrisa fuera sincera, no lo fue, mi sonrisa fue la más falsa que he hecho en años. Dios, ¿fue por lo que me dijo hace rato? Puede ser.

-Ah, que alivio- Suspiró y sus aretes empezaron a pitar, se iba a transformar pronto. -Ay, perdón, pero me tengo que ir en este momento. Te dejo con esta señorita, nos vemos, Adrien.- Señaló a Kagami y luego salió volando del museo.

Kagami y yo salimos del Louvre mientras platicábamos de la vida. La verdad me agradó bastante esa chica. Después de un rato llegó el auto por ella y nos despedimos, yo me fui a mi casa... casa a secas, porque dejó de ser mi hogar desde hace mucho, mucho tiempo.

Me quedé pesando en Ladybug y en nuestra relación. Últimamente ella está más distante y más enojona conmigo, no sé a que se deba, es decir, soy encantador, ¿a quién no le gustaría ni le agradaría? Aparte nunca he hecho algo mal, siempre le regalo flores, cartas, poemas ¡de todo! Y ella me sigue rechazando, ya ni siquiera me dice "Ay, Chat,  mira que el esto, el aquello y lo otro" de forma dulce, siempre me dice: "En tus sueños, gatito" "Jamás voy a salir contigo" "No te hagas ilusiones". Yo me quiero, no voy a permitir que siga dañando a mi pobre corazón.

Llegué a mi casa y ya estaba a punto de entrar cuando recordé que había dejado todo en la escuela... ¡Maldita sea! Fui corriendo al colegio lo más rápido que mis piernas me lo permitieron, ya se estaba haciendo demasiado tarde.

...

Una alarma proveniente de mi celular me despertó. Me levanté de mala gana, eran las noticias de nuevo. Anunciaban que la batalla había terminado y que Ladybug regresó todo a la normalidad.

-¿De verdad? ¿Por esto me levanté? Dios...- Cuando estaba a punto de volver a cerrar los ojos para dormir nuevamente, recordé que había dejado a Marinette sola en la escuela cuando lo del akuma, tenía que volver con ella lo más pronto posible y ver si estaba bien.

Me paré de mi cama y salí lo más rápido que pude de mi casa bote en dirección a la preparatoria Françoise Dupont. Debía de haber pensado en ella cuando salí, por lo menos mandarle un mensaje o algo. Debe de estar preocupada.

Iba llegando cuando choqué con alguien. Ambos retrocedimos un poco. Yo me tardé un poco en reaccionar y ver con quién había topado.

-Disculpa, no me fijé bien por donde iba- Cuando miré con quién había chocado, no pude evitar sonrojarme un poco.

-¡Ah! Luka, te estaba buscando, supongo que estás bien ¿verdad?- Era Mari, al parecer también había salido por el desastre que ocurrió.

-Si, estoy bien, ¿y tú? Volviste por tus cosas, supongo- La miré expectante y con una sonrisa boba. Me gusta estar con ella, hace que mi corazón se sienta como una melodía tranquila.

-¿Ah? ¡Ah! Sí, por... mis cosas, sí, las olvidé- Soltó una risa nerviosa, normalmente yo sonreía y solo seguíamos platicando, pero esta vez no, la miré confundido e iba a decir algo.

Justo en ese momento sentí que alguien chocaba conmigo de nuevo. Esta vez ambos caímos sobre las escaleras de la entrada de la escuela, yo abajo y él encima de mi. Su cabello no me dejó ver bien y cuando bajé mi cabeza para ver de quién se trataba, él volteó hacía arriba y nuestros rostros quedaron demasiado cerca. Ahora mi corazón se sentía como una melodía alocada.

Hurry up, Marinette [Lukadrien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora