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Mi padre me presentó con un amigo suyo y ahí lo ví, un niño con unos ojos llenos de vida, amor y asombro!
--"Yeonu Ji, mucho gusto!"
Ese era su nombre, el nombre del amor de mi vida y el dueño de mis pensamientos durante los próximos años.
--Hijo, porqué no juegas con la pequeña ___ mientras su padre y yo conversamos?
--Está bien, papá! Ven, niña.
--Ssi.. .
--Mira, te gusta mi traje de Karate?
--Uoo es increíble, practicas Karate?
--Si! Karate Kyokushin!
Así es, era amor a primera vista, apenas ví su pasión por practicar esa arte marcial en sus ojos y lo supe. Supe que era... Es él con quien quería estar.
Han visto esas series donde el chico gana una pelea y regresa a casa, su pareja está ahí para curarlo y felicitarlo? Así quería... Quiero estar yo con Yeonu.
--Y entonces, golpeo así y así. -demostró sus golpes al aire-
--Asombroso!
--Jaja, te lo parece?
--Si! Yeonu, eres increíble!
--Quisiera que mi papá pensara lo mismo.. .
Entramos en confianza tan rápido que claro, yo sabía lo que su padre pensaba sobre el Karate Kyokushin que su hijo practicaba.
Pasaron días, semanas, meses y años, Yeonu dejó el Karate y comenzó a concentrarse en estudiar, no salía de su habitación más que para aveces ir a no sé dónde y cuando volvía, continuaba estudiando mientras transmitía. Amaba... Amo a ese niño de ojos brillantes y sonrisa enorme que practicaba y hablaba cada que podía sobre el Karate Kyokushin pero, sin darme cuenta, me enamoré de cada faceta de Yeonu.
Ya 18 años? Impresionante.
Más de 9 años enculada con la misma persona.
Claro, yo también cambié, comencé a modelar, a petición de mi padre. Yo si tenía la oportunidad de elegir qué era lo que quería y, entendía que Yeonu no quería negarle a su padre el cumplir con sus expectativas. ---
-Tienes libre la tarde? Quisiera que saliéramos.
-Debo estudiar, lo lamento. Te lo recompensaré luego.
-No te preocupes, entiendo. Hasta luego entonces..
--- Así eran todas nuestras conversaciones? Sí. Estaba desilusionada? También. Pero, aún lo amaba.
