Capítulo 1

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Existía una poderosa e invencible Casa en el oscuro submundo criminal de Poniente, su nombre era tan temido como respetado incluso entre las altas esferas políticas de la ley y el comercio del país.

La Casa Targaryen, «la Casa de los dragones de Poniente» era recordada y reconocida como una de las más implacables a la hora de ganar territorios y aliados utilizando todos los medios existentes sin importar la legalidad o decencia de estos.

Dijeron, muy acertadamente, que solo la propia Casa Targaryen podía cavar una tumba para sí misma. Y no se equivocaron. Sus integrantes habían caído en la ambición al morir el patriarca de la familia y, sin dejar un heredero nombrado, facciones rivales, creadas por sus propios hermanos, acabaron por quebrar toda grandeza del pasado.

Ahora, años después y con el nombre ya casi perdido, su territorio dividido entre sus aliados y sus descendientes dispersos como semillas a lo largo del país, poco quedaba de la gloria que alguna vez había ostentado.

En ese panorama había nacido Aegon, primogénito de la Casa Hightower y descendiente de los dragones verdes de Poniente.

Hijo de dos poderosas familias, su condición como Omega Premium fue altamente respetada.

Se esperaba, sin embargo, que su hermano menor, un Alfa, ostentara el liderazgo de su Casa y se convirtiera en la cabeza de su familia, pero aquellos planes pasaron a mejor vida junto al auto en el que su madre y padre fallecieron junto al pequeño prospecto de heredero.

Desde entonces, e incluso desde su nacimiento, su abuelo, Otto Hightower, ha velado por él y, a su lado, Aegon lo ha tenido todo en esta vida, dinero, poder y belleza.

Su estilo de vida como único heredero vivo de los Hightower y, más aún, como Omega Premium descendiente de los famosos dragones Targaryen de Poniente, ha sido un mar de ensueño.


«Lo mejor para el nieto de Otto Hightower».


Decían siempre a su alrededor.


«Lo más caro, lo más fino, lo más dulce».


Ofrecían todos ante sus ojos.


«Inclínense ante el último descendiente vivo de los Hightower».


Anunciaban, justo antes de hacer reverencias a su paso.

Su belleza y su delicioso aroma llamativo, mezcla de uvas con una pizca de miel, le precedían en cualquier lugar en el que se atrevieran a pronunciar su nombre.

Aegon sonreía suavemente, daba un leve asentimiento para corresponder las sentidas reverencias, caminaba lento rodeado de su escolta personal, lucía su elegante traje, su reloj con incrustaciones de diamantes, sus labios sonrosados y su piel pálida, inmaculada, celestial y sublime.

Los que osaban mirarle fijamente quedaban inmediatamente fascinados, casi paralizados. Soñaban con posar una sola caricia en su frágil mejilla, un solo beso en sus castos dedos, un solo pensamiento en su precioso cráneo esbelto.

Él estaba aquí, caminando como virginal deidad sobre la tierra y, al mismo tiempo, estaba allá fuera, en la noche oscura, solo los dioses sabían exactamente en dónde.

Sin embargo, aunque a muchos les interesara una relación tangible y perdurable con él, todos pensaban una sola cosa cuando lo veían, una que hacía que su abuelo lo vigilara 24/7, con más de diez Alfas entrenados para morir y matar en su nombre.

Y es que, todos sabían que, aquel que lograra colocar en el vientre de Aegon un hijo Alfa de sangre pura, un Alfa Premium, sería aquel cuya familia y Casa se volverían, irremediable e inmediatamente, intocables. Convirtiéndose en parte de la cima económica del país entero.

Era mucha tentación, mucho peligro y mucho peso que cargar.

Pero a Aegon, claro, eso no le interesa mucho.

Y es que él finge bien su papel.

Sube a la limusina con cierta elegancia imperial, da un vistazo al guardaespaldas de turno que se sentará con él, la puerta se cierra, el auto se pone en marcha seguido de un par de motocicletas y dos autos más.

Y entonces, sucede.

Sus ojos bellos se pierden en la llovizna débil.

Su sonrisa tenue desaparece.

Y su mente, dulce y melancólica, susurra entre las paredes de su alma.


«Nadie me ha amado como tú».

«Nadie».

«Nunca».

«Nadie es como tú».




𝐏𝐥𝐚𝐲𝐢𝐧𝐠 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐟𝐢𝐫𝐞  [𝐽𝑎𝑐𝑒𝑔𝑜𝑛] (Omegaverse) (Three-Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora