Jungkook vive encerrado en su propia oscuridad, con el corazón hecho añicos y sin poder ver los colores del mundo.
Taehyung irradia, expone sonrisas y deslumbra a todos con sus vivaces colores.
Jungkook vive sin la motivación de seguir adelante, baj...
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Taehyung platicaba recostado en el saco de dormir que les había prestado un vecino y amigo de Thomas, Oliver, mientras Thom se lavaba los dientes en el baño que estaba dentro de la recámara. Después de dejar a Emma, Tae había decidido volver al departamento para esperar al pez, apodo dado a Thomas, y contarle todo lo que le había pasado en su intento de buscar un trabajo.
Taehyung explicó con lujo de detalle toda su travesía hasta encontrar a Emma, por lo que ahora se limitaban a dar su opinión sobre lo que pasaría con él de ahora en adelante. Si sus padres no lo encontraban podría hacer una vida en Pensilvania.
—Con mi primer sueldo compraré un celular, así nos comunicaremos más seguido —dijo Tae mirando hacia el techo, luego alzó su mano para alcanzar el celular de Thom que descansaba en el buró.
—Me parece bien. Me preocupa que andes por ahí sin comunicación, podría pasarte algo y no lo sabría. —Thomas enjuagó el cepillo y lo guardó. Pasó entonces una toalla por su cuello y salió del baño para después frotarse la cabeza con ella— ¿Qué haces?
—¿Quién es este chico? —Taehyung le mostró el celular desde su sitio en el piso—. Tienes la galería llena de...
—¡Dámelo! ¡No es nadie! Un simple tipo de la Universidad.
—¿Es un maestro? —Tae volvió a mirarlo, para ese momento Thom ya se había lanzado sobre él para quitarle el aparato.
—¡Sí, de danza! —se lo quitó.
—Pero tú estudias música, ¿acaso él te gusta? —Taehyung mostró una sonrisa y miró a su amigo con picardía.
Jamás, en el tiempo que tenía de conocer a Thom, le había hablado de otro chico. Él, en cambio, le había contado todo lo referente a Evan Clark, aquel joven empresario que había visto algunas ocasiones en su pueblo natal. Desde el primer momento el corazón de Taehyung latió por él, lo seguía cuando tenía la oportunidad, y en uno de esos momentos, cruzaron algunas palabras. Taehyung estaba consciente de que Evan no lo recordaría si se volvieran a encontrar, pero aun así no podía olvidarlo, ¿Qué estaría haciendo ahora?
—No... —Taehyung arqueó una ceja—. Bueno, me parece atractivo.
—Se ve muy joven.
—¡Lo es! ¡Solo tiene 24 años! Henry dice que es un genio —Thomas pareció perdido por unos segundos, pero luego agregó—: Como sea, no tomes mi celular sin permiso.
—Tengo el síndrome del curioso. Tú tienes la culpa por no ponerle contraseña —Thom le sacó la lengua— ¿Y cómo se llama tu guapo profesor?
—Jackson Blake —Thomas se tiró en la cama. Esa sería la primera vez que hablaría con alguien más acerca de sus sentimientos por parte de aquel nuevo profesor de danza que había encontrado por accidente en su Universidad.
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