One Shot

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"No estar enferma se siente realmente bien". Collei estaba enormemente aliviada luego de que después de esparcirse la noticia de los planes de los antiguos líderes de la Academia y la liberación de la Reina Menor Kusanali, su enfermedad fue curada.

– Ahora entiendo porque Amber y sus hazañas lo describen como alguien especial... –.

Haberse hecho amiga del viajero salvador de cuatro naciones y que no se alejara en ningún momento después de mencionarle su enfermedad, apoyarla en su condición, incluso diciéndole que intentaría conseguir la manera de hacerla sentir mejor cuando volviera... sin darse cuenta que por su llegada, ahora por fin estaba recuperada por completo.

Pudo saludarlo hace un momento, cuando escuchó que ya estaba curada él y Paimon no podían estar más felices, le hubiera gustado darle un abrazo en agradecimiento. Pero tampoco le iba a robar más tiempo, ya que estos días estaba ocupado mientras se reunía con la mismísima Arconte y pedirle algunas respuestas.

"¿Hmm?, ¿por qué el maestro Tighnari está llamándolo repetidas veces?". El rubio pasó al lado de la pequeña residencia del orejas largas y con la cabeza agachada luego de soltar un suspiro ahogado, lo siguió.

Ella rápidamente se cubrió detrás de las enormes hojas, nadie parecía estar interesado en porque se encontraba escuchando a escondidas al maestro y a Aether.

– *sniff*...Ugh que asco. Tighnari, no puedo tomar esto –. Rápidamente alejó un pequeño vaso con líquido verde hacia el guardabosques.
– Es para que te sientas un poco mejor, entiendo que estés frustrado porque las respuestas de la Arconte no te satisfacieron y solo te han puesto más confuso. Pero ponerte a buscar desesperadamente respuestas por Sumeru con dolores en el cuerpo es muy peligroso, ¿por qué tienes tantas heridas y no le dijiste a nadie? –.

Collei sintió la necesidad de intervenir al escuchar a Tighnari pero neceistaba escucharlo a el, Aether no respondió y solo se sobaba la espalda con una mano.

– E-estaré bien, lo prometo. Esto fue porque mi viaje en Inazuma al principio se volvió complicado, cuando pude asentarme en la nación pasé un tiempo lleno de pánico para enfrentar monstruos luego de estar herido, no me quejo. Sé que lo que viene será más duro y la pelea contra el heraldo queriendo jugar a ser Dios...me dió un claro mensaje de lo que voy a tener que soportar en las siguientes naciones –.

– Te refieres a las heridas en la pelea contra la Arconte Inazuma...una de las más poderosas de Teyvat. ¿Por qué haces esto?, ¿el dolor que pasas no es nada solo por encontrar a tu hermana...verdad?  –. El maestro Tighnari estaba tratando de que se detuviera un poco, con el tiempo que lleva Aether y Paimon en Sumeru, se han vuelto amigos suyos y de Collei, por eso también les preocupa.

Luego de que asintiera en respuesta, el de ojos verdes solo miraba el cuerpo del viajero como si pudiera ver por encima todas las heridas que tenía. Collei seguía detrás de las hojas, en shock sin poder ver de la misma manera la postura recta y tan amable de Aether detrás de su espalda.

– Aether, está mal que escondas esto...no puedes salir y ponerte a pelear de nuevo; déjame ayudarte, por lo menos quédate unos días y... –.

– ¡Tighnari deja de ser tan bueno conmigo por favor!, solo te hago perder tiempo a tí...y a todos, yo puedo cuidarme solo, tengo a Paimon para que se encargue de las vendas. Gracias por la amabilidad, mándale saludos a Collei y no le vayas a decir nada de esto –. El guardabosques se quedó parado con la mano estirada, mientras un chasquido escapaba de sus labios luego de no poder confrontar al viajero que abandonó el lugar con pasos pesados.

– Al menos cuídate, Aether –.

Cuando el de ojos dorados se apresuró en salir de la residencia, sintió una presencia más estando en la escena sin que se dieran cuenta. Trató de encontrar lo que fuera que sentía, pero al no ver nada rápidamente salió de la villa y adentrarse en el bosque.

Lo has hecho bien, ViajeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora