¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El camino a casa fue silencioso y donde la apuesta de sol era hermosa a simple vista por los barrios, los pocos niños que habían en la plaza se habían marchado y la poca gente que volvía de sus trabajos se dejaban ver.
No venía sola, después de que Doppo Orochi obligará a su hijo a ayudarme con las maletas se encontraba a mi lado con un semblante tranquilo.
Pero conocerlo tan bien de años parecía aparentar otra cosa que no era nervios y ¿timidez?.
─ Debiste quedarte en el dojō, parecian aun no terminaban el entrenamiento. Podia llevar yo mis maletas a casa Katsumi.─ Rompí la burbuja de silencio que creamos con los minutos en los que llevamos caminando.
─¡Nada de eso! No eres una molestia para mi, llevamos tanto tiempo conociendonos que sabes que no eres eso.─ Inquirió de manera tímida a la chica de su lado.
Como no hacerlo si el gran Katsumi Orochi tenía un pequeño crush con ella.
─ Se que no seria una molestia si no fuera por este estúpido yeso que me limita a hacer muchas cosas.─ Contesto alzando su brazo enyesado con real frustración.
Setsuna se encargaría de que algúndía su padre merezca lo mismo.
El hombre se río alto ante la expresión de su rostro.
─ Romperse un par de huesos te dan aun mas motivación para ser el mejor de todos.─ respondió con soberbia el muchacho.
─ Bueno, los locos como tu suelen pensar asi.
La conversación llego a su fin cuando llegaron a su destino.
Y setsuna necesitaba preguntarle sobre Baki Hanma, ¿como relucir el tema sin que tenga alguna sospecha?.
─Ya hemos llegado, me dio mucho gusto volver a verte Setsuna.─ su voz sonó un poco bajo pero había sido agradable de escuchar.
Ella lo miro, sus ojos monótonos habían caído al suelo para asentir inclinando un poco su cuerpo.
─ Tambien me dio gusto verte, nos vemos. Quizas pase mas seguido al dojō. Solo para patearte el trasero nuevamente.─ Bramo con soberbia.
Aquella que la hacia amar tanto, si tan solo sus sentimientos fueran correspondido.
Setsuna le dio la espalda para meter sus maletas al jardín, no notando la expresión de su rostro. Katsumi había tomado aquello como una despedida y se marcho lentamente.
Y todo aquello había sido visto por Yui quien sin vergüenza había sido espectadora de aquel suceso que su hija hubiera dicho "no romantico". ¡Pero pobre del muchacho! Parecía estar empedernido con ella, el era de esos hombres que nunca se rinde.