Leer antes de usar.
Valores nutricionales:
Metáforas (120 g)
Locura (300 g)
Forma de uso:
Sinceramente, no estás en un libro normal.
Este libro es para gente rara, contracorriente.
No hay una historia ñoña estúpida de amor entre un porreta y una chica de buen ver (opcional).
Tampoco es una historia gay (he dicho que no hay una historia de amor pero por si alguno me acusa de homofobia)
No busques un libro comercial de usar y tirar o llenar de post-its de colorines.
Tampoco busques un libro de fantasía, ni ficción, ni horror (puede)
No busques esto para llorar más cuando te dejó ella y acompañarlo con un buen trago de alcohol o quizás unos antibióticos.
Ni tampoco para levantarte la moral después de otro evento no tan agradable como suele ser la vida cara al público, o eso se intenta, ¿no?
Quizás este intento mío de renovar la lectura de alguna persona perdida por ahí o de algún buen amigo que lea todo lo que subo quede en vano.
Muchos hacen esto ya, es la maldición de ser joven y reciente.
Todo está ya inventado.
Todo está ya usado.
Todo se ha tirado ya porque a nadie le atraía.
A ti te avergonzaba e inconscientemente lo desechaste en un intento de integración social,
un intento de sentirte grande, nuevo, al día, ganas de ponerse las vendas de color de rosa que nos ponen día a día.
Cualquier intento de salirte del sistema queda como bonito para los que ven cualquier cambio como una renovación necesaria en un mundo hiperactivo y cansado que necesita nuevas noticias y novedades a las que hincarles el diente cada 15 días, y para otros como un mero intento de sentirte especial, recibir atención, lo cual hunde más, y mata el cambio sea malo o bueno. Así matas a cualquiera.
Si tratabas de mantener una sana y (para el mundo del progreso in)necesaria estabilidad, eras un rancio, deshecho, saneamiento necesario porque huele a podrido, corrompido, y los zopencos del suburbio te hacían una estatua por tu actitud de oveja negra, creando otra moda que se acabaría repugnando también por los que la seguían, aunque muchos como otro producto del consumo más; gente que intentó integrarse pero su naturaleza intranquila antinatural en un mundo de masas le impedía seguir la moda imperante, buscando novedad, nuevas ovejas negras interesantes. Otro rebaño, pero en vez de blanco, negro.
Mundo del blanco o negro, nunca aprende, intenta disimular, pero nunca aprende. Tozudo.
Sólo que ahora el blanco y el negro tiene 100 tonalidades, pero claro, no son grises, son negro claro, negro carbón, negro oscuro... la polaridad pero con 100 escisiones más. El gris nunca triunfa.
En fin, querido lector. Bienvenido a otro intento de huir de la polaridad, intentemos que no lo sofoque otra moda retrógrada o vanguardista que diga que esto ya murió.
Llámenme presuntuoso o díganme que me creo interesante por creer que puedo huir de la polaridad en la que os he metido a todos. Lo sé. Yo tampoco puedo. Al fin y al cabo, todos tenemos una fase gris, ¿no?

ESTÁS LEYENDO
Memento Mori...Carpe Diem?
Non-FictionMira, si estás aquí es porque no tienes nada mejor que hacer, así que, ¡carajo, entra y lee!