Entre Banderas

Capítulo I; Jorge I

-La abuela nos ha dicho que podemos ir a su casa, Jorge. –Le decía Juan tratando de convencerlo. –Creo que sería buena idea. Podríamos hacer bromas a los vecinos. Además, en la ciudad de al lado va a haber un festival de música. –Sacó su móvil para mostrarle el cartel. –Podemos comprar entradas y vamos, así tenemos un día con algo que hacer.

Jorge lo miraba a los ojos tratando de decidir si debería ir o quedarse en Madrid.

-Tú eras muy pequeño y no te acuerdas, pero era mazo aburrido. Esa noche iremos a ver a Lola Indigo, pero ¿el resto?- El más joven se encongió de hombros.

-Yo que sé. Podemos comer helados. Dar paseos... Quizá, quizá conozcas a un chico interesante.

-Sí, uno de la colina, de la zona pija, un "discreto".

-La cuestión es, ¿eso te gustaría?

Su pregunta se quedó atascada en la mente de Jorge, haciendo ecos en ella, como un susurro que se negaba a abandonarlo.

Durante su paseo por las calles de Madrid, la voz de Juan seguía rondando por su cabeza. No quería dejarlo solo. Había algo que le decía que si iba hacia allí sucedería, conocería a alguien sin quien no podría vivir. Al pasar frente a una tienda esotérica donde se anunciaba que hacían tiradas de cartas, él decidió entrar con el pensamiento de someterse a una de estas sesiones. No obstante, no hizo falta, pues el dueño de la tienda, un asiático muy parecido a Magnus Bane lo detuvo.

-Debes ir a ese viaje que te han propuesto. Tu intuición dice la verdad, conocerás a alguien importante para tu vida. Recuerda que las amistades más profundas, a veces aparecen en los lugares y con las formas menos esperadas.

-¿No más raro de Grindr?

-No, no más Grindr.

-Muchas gracias, ¿te pago?

-No, no hace falta.

-Te pareces al de cazadores de sombras, al mago hiper divino ese.

-Es que lo soy.

. . .

El viaje le resultó tremendamente pesado, mas las palabras de Magnus lo animaron a mantener su positivismo vivo.

Revivía su infancia mientras sentía cómo algo en su interior cambiaba cada vez que divisaba una palmera en la carretera lo que significaría solo una cosa: La playa estaba cerca. Cubata Cerveza los estaba esperando y si el tal Magnus no era un fraude, también su alma gemela.

Durante el viaje, aburrido, había aprendido la diferencia entre alma gemela y llama gemela. Al parecer las almas gemelas eran espíritus que poseían una conexión fuerte y que encima estaban en nuestro camino para enseñarnos algo, mientras que las llamas gemelas eran un reflejo de la misma imagen. Una persona que contribuye al crecimiento y que siempre permanecerá cerca del corazón, incluso cuando se haya desvanecido de nuestra vida.

Se preguntaba si el desconocido sería una de estas cosas. 

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Cuando lleguemos a 30 visitas en este capítulo subo el siguiente. Espero que estéis teniendo un buen día. Se aceptan ideas, ya que tengo la trama más o menos hecha, sin embargo, me gustaría que vosotros también colaboraseis si así lo deseáis.