Nervios del primer día

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Hace (X) años en Nueva Orleans, un joven de 24 años, dónde cada día a las 8:20 de la mañana iba a la universidad, hasta que un día a mitad camino decidió coger un atajo por el bosque, iba caminando hacia una dirección, empezó a oír ruidos por todas partes, así que comenzó a correr y a correr lo más rápido que pudo, de vez en cuando giraba la cabeza atrás para observar si le seguían o no, de repente tropezó con una rama, se torció el tobillo pero a pesar del dolor que sentía, se levantó con dificultad echó un vistazo detrás y al ver algo o alguien extraño que le seguía, empezó a correr como pudo y algo desconcertado con la mirada hacia adelante, pero de un momento a otro se giró y un hombre lobo lo atacó, el licántropo una vez actuado huyó y el chico buscó el camino que llevaba a su universidad.

Cuando llegó a la Uni, ya había pasado una hora y media, el entró a su clase y intentaba centrarse en la teoría que estaba dando el profesor de Historia, pero le era imposible, empezó a oír ruidos, voces qué sonaban a distancia, objetos, etc., estaba empezando a sudar, de repente salió corriendo de clase y se fué directamente al vestuario de los chicos del gimnasio, estaba llorando al mismo tiempo confundido y con mucha furia dentro de él, se dió una ducha fría para aclarar todo lo que había pasado hasta ese momento.

Más tarde, pasado media hora, llega una compañera suya de clase y se queda con él para hacerle compañía, hasta que se calmase y su corazón volviese a su ritmo normal, estuvieron hablando un buen rato y luego volvieron a la clase.

Pasaron unas semanas y todo seguía con normalidad, al día siguiente a la hora del recreo, el chico coje valor y se acerca a la chica que le había ayudado y se le presenta: Joven-Hola soy Braddy de Nueva Orleans, 24años, el otro día no te dí las gracias por haberme ayudado a calmarme y por haberte preocupado por mí, y tú, ¿cómo te llamas? Chica- Hola Braddy, soy Jean de Florida, 21 años, encantada de conocerte, no hacía falta que me dieras las gracias, tú harías lo mismo por mí, además no pude evitar preocuparme por ti ya que te veía que te sentías algo bastante raro y que algo te molestaba mucho, entonces es cuando mi instinto y mi corazón, dijo: ve a hacerle compañía y a ayudarle a que se calme.

Desde entonces Braddy y Jean quedan cada día antes para ir juntos a la universidad, pasaban muy buenos momentos juntos, pero también habían momentos en qué ella tenía que aliviar con los problemas de su amigo Braddy, ya qué sus primeros días le fué muy duro, su transformación.





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