LA VIDA DE RUBI

Sorpresa Inesperada

El camino a casa se le hizo bastante largo a Jean, mientras ella conducía escuchaba música al mismo tiempo, y ella aprovechó el recorrido para cantar y disfrutar del paisaje que pasaba por su lado al conducir, pasadas unas 2 horas y media, empezó a oír como truenos y ella pensó: bfff tendré que darme prisa si no quiero que me coja la lluvia, entonces la chica toda preocupada pisó el acelerador aún más fuerte, para ir mucho más rápido, pero lo que no se esperaba en ese momento, era lo que le iba a suceder en pocos metros, en un abrir y cerrar de ojos; de repente unos metros después le llaman por teléfono ella intenta cogerlo ya que estaba en el asiento de al lado mientras hacía dos cosas al mismo tiempo, un jabalí sale del bosque y cuando ella ya ha cogido el teléfono y coloca de nuevo la mirada en frente, ve al animal, intenta esquivarlo bruscamente y acabó dando vueltas de campana por la carretera hasta que acabó el coche boca abajo y ella de tantos golpes que se dió contra los laterales de su vehículo quedó inconsciente; justamente Iendo de vuelta a casa, en la carretera que Jean había cogido, no llegó a pasar ningún otro vehículo solo estaba ella y su auto.

5 horas después del accidente, pasó un auto pero como tenía prisa, pasó de largo, justo al momento de que el auto pasara por delante del coche accidentado, empezó a llover y a llover cada más fuerte, se hacía ya muy de noche y aunque el lugar del accidente aún seguía sin haberse inspeccionado, ya no podía ser rescatada por el mal tiempo y tuvo que esperarse a que fuese de día, para que pudiese ser vista y poder ser rescatada lo más pronto posible.

Al día siguiente por la mañana, ya empezaba a haber movimiento de bastantes vehículos, ya que la mayoría se iban a trabajar temprano, cada uno iba a su destino, el mal tiempo ya se había esfumado y a cambio vino el buen tiempo, un cielo despejado, un sol brillante que empezaba a asomarse poco a poco mediante iban pasando las horas; de repente en el momento menos esperado, en la carretera del lugar accidentado pasaron al menos unos tres coches pero solo uno se paró y salió de su vehículo para a ver qué había pasado, cuando al acercarse al otro vehículo vio que había una chica dentro quiso proteger el coche y su propia vida, iendo a su vehículo para coger dos triángulos, un chaleco y el teléfono, luego volvió al otro coche y lo colocó todo en su sitio, sacó a la chica del coche, continuó con la RCP, pero antes de eso le mira el pulso a la chica, también su respiración y si estaba consciente o inconsciente, cuando terminó con eso, llamó al 112 les explica la información que sabe y al mismo tiempo empezó con la Reanimación Cardio Vascular; el hombre averiguó que la chica estaba inconsciente, tenía un pulso débil y no respiraba. 

Entonces el hombre pensó: ya es la hora de ponerse manos a la obra, y empezó a hacer 30 compresiones en el tórax y dos boca a boca, todas las veces que fuese necesario hasta que llegase la ambulancia. Cuando llegó la ambulancia continuaron haciendo la RCP y de repente la chica empezó a respirar y a estar consciente y al momento que despertó, Jean les preguntó: ¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado? ¿Quiénes sois?, todas esas preguntas fueron respondidas, a parte los de la ambulancia le explicaron a Jean que podía ser probable de que hubiese perdido algo de memoria por culpa de los golpes en la cabeza, pero que también podía hacer recuperación y así habría más probabilidades de que volviese esa parte de la memoria perdida, la llevaron al hospital para que le hiciesen una ecografía para ver si todo estaba bien y en su sitio.

Un mes y medio después de su  recuperación, ella pudo continuar su vida, haciendo su rutina de siempre, solo que esta vez contaba con un chico que conoció en la universidad, se llamaban todos los días, solían quedar mucho, hacer viajes juntos, cada vez que se veían hacía que la chispa que se creó entre ellos por primera vez en el bar, fuese creciendo más y más, varias semanas después, cuando ya empezaban a tener más confianza el uno al otro, los secretos guardados que tenían cada uno se lo iban contando entre ellos dos poco a poco para no ir tan de golpe y llegar a asustar a la personita que más apreciaba desde aquella mirada tan profunda que tuvieron al mirarse por primera vez.